No hay nada como el hogar. Muy cierto, no cambiaría mi lugar de residencia por nada. A veces, hasta dormir en otras casas resulta algo incómodo, porque uno siempre quiere sentirse acogido por la sensación de estar en casa. Por ello, al estar fuera, a uno le inunda el deseo por volver a su hogar, por sentirse de nuevo en familia, en un lugar cómodo y seguro. Pienso que es natural en todos nosotros. Cálido post de tu parte, Grecia. Es un placer conocerte, por cierto.. Saludos, mosquetera :)
¡Hola Alejo! 😘 describes todo a la perfección je je je. La verdad es que hay momentos en los que uno desea estar en la comodidad e intimidad del hogar. Siempre recuerdo un viaje que hice -hace años- con mis tíos a Cumaná; duramos por allá dos semanas paseando, recorriendo playas, comiendo rico y pasándola bien. Sin embargo, yo estaba desesperadísima por regresar a mi casa y ver a mi familia 😝 ¡ya no quería playas o comida sabrosa! Quería dormir en mi cama y recibir los abrazos de mis padres... Ja ja ja con 13 años tanta distancia me enloquecía.
Gracias por leerme mosquetero 😆. ¡También es un placer conocerte!