La Plenitud de la Vida
La plenitud de la vida se alcanza cuando somos capaces de realizar (actualization) nuestra propia naturaleza, obteniendo el placer como un subproducto, en el transcurso de toda una vida. La exuberancia alegre y creativa está íntimamente relacionada con el amor por la vida, con aquello que Erich Fromm llamaba “biofilia”, con el deseo apasionado de conservar la vida, llevarla a su valor más alto y vivir apasionadamente, con alegría y excitación, intensamente, comprometidos en actividades creativas de emprendimiento y aventura.
Kurtz vincula estas aspiraciones con cierto grado de nobleza, excelencia perfectibilidad de los talentos de una persona, encontrando la vida intensamente valiosa y digna de ser vivida. Implica un florecimiento de la personalidad, respetando lo que somos, sin menosprecio a nosotros mismos, basados en la aceptación incondicional a notros mismos, expresando la plenitud y riqueza de vivir.
Kurtz afirma que esto es posible cuando somos capaces de realizar nuestros deseos, aspiraciones, talentos y sueños, y cuando somos capaces de compartir las bondades de la vida con otros, con aquellos que amamos o nos relacionamos, alcanzando un grado elevado y noble de desarrollo moral, reconociendo las necesidades de los otros, una auténtica voluntad de relacionarnos con ellos, de amar y ser amados, haciendo incluso sacrificios para su bienestar de ser necesario.
Este florecimiento de la vida en nosotros y en los demás es posible alcanzarla cuando buscamos aquello que está expresado en las tres palabras que comienzan por “e”: “excelencia”, “eudomonia”, término griego para designar la felicidad, el bienestar o el florecimiento humano y “exuberancia” y también por cinco palabras que comienzan con “c”: “carácter”: “cognición”, “coraje”, “creatividad” y “cuidado”.
Para Kurtz, la persona que se ha desarrollado y madurado, ha desarrollado una actitud reflexiva que le permite ubicar los padecimientos y retrocesos de la vida en un contexto más amplio, compensando las dificultades enfocándose en todas aquellas veces en las cuales pudo enfrentarlas y superarlas, encontrando la vida a{un digna de ser vivida, encontrando valor en el arte, la ciencia, la filosofía, el amor, el romance, la risa y el disfrute creativo, el tiempo en el que perseveramos y prevalecimos.
Kurtz compara nuestra vida como una obra de arte, con sus tonos y sus sombras, colores y formas, contrastes y luces, mostrando estoicismo en los períodos de ansiedad, esperanzado de encontrar más experiencias creativas y dichosas, que compensen las malas y trágicas, lo positivo y lo negativo, el optimismo antes que el pesimismo.
La persona creativa puede hacer un resumen de su vida y declarar que a pesar de todo el sufrimiento y todo lo trágico, la vida es digna de ser vivida., a pesar de los errores, de los arrepentimientos por lo que hicimos o dejamos de hacer, o lo que pudo haber sido y no fue, y declarar que sí, aunque haya habido períodos de dolor y pena, fueron compensados por períodos de alegría y disfrute creador y que la vida fue y es una aventura y que somos afortunados de haberla vivido.
Referencias:
Kurtz, Paul. Afirmaciones. Exuberancia gozosa y creativa (Lima: Ediciones de Filosofía Aplicada, 2008).
Pues estoy de acuerdo con Kurtz , la vida es digna de ser vivida . Las experiencias que vas adquiriendo te lo demuestra. Buen tema
Voy a practicar más vivir, a plenitud y disfrutar .Saludos!
Eso espero, disfruta!
Esa es la meta del día! Todos los días!