Es bien sabido que de todos los tipos de inversión la menos redituable son los fondos de ahorro bancarios. Ya sea que sean cuentas tradicionales, de cheques o cualquier tipo de estas los intereses que generan son tan bajos que en la mayoría de los casos no superan las tasas de inflación y simplemente nuestro dinero se devalúa.
En el mejor de los casos las tasas de interés pueden llegar a ser ligeramente a las de inflación y en todo caso tendríamos una ganancia mínima (1-3% en los casos más optimistas) y esto solo en caso de que mantengamos un monto mínimo en la cuenta.
¿Cómo sucede esto?
El fenómeno que lo provoca es el de la inflación, el cual es la constante devaluación de la moneda de un país. Este se puede provocar por el incremento en los costos de producción o el incremento del dinero circulante. Por lo general la tasa de inflación suele ser del 2% al 3% anual, y las tasas de interés bancario suelen ser ligeramente superiores.
Ahora bien, dejar el dinero en el banco puede tener algunas ventajas, la mayor de todas es su sencillez: no se necesitan grandes conocimientos en el tema y por lo general podremos disponer del dinero con facilidad. Si usted prefiere seguir ahorrando en el dinero entonces es importante encontrar una buena cuenta bancaria.
Lo más importante a buscar entonces sería una tasa de interés ligeramente superior o bien buscar una tasa de interés real (la cual es una predicción de las ganancias anuales menos la tasa de interés) o finalmente buscar una tasa de interés flotante la cual cambie cada determinado tiempo y le pudiera garantizar una ganancia mínima.
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