No logro comprender
por qué me levanto
ni por qué me acuesto.
Por las noches
me he propuesto madrugar
y disfrutar del amanecer;
pero me trasnocho pensando
en esa risa vivaz que no tengo.
Al despertar
me quedo en la cama, quieto;
con el único propósito de disfrutar
por la noche el fulgor de las estrellas.