Salimos del hotel con prisas para poder ir a buscar un barco que nos llevara a navegar el Delta de Danubio, ya que se nos hizo algo tarde, buscamos el puerto y allí pudimos ver una gran cantidad de hoteles y empresas que hacían excursiones dedicadas a llevar turistas en barco, estaba todo bastante desierto, ya que estamos en temporada baja.
Tulcea es una ciudad pequeña, parece ser una zona más pobre que Bucarest o Brasov, sus principales fuentes de ingresos son la pesca y el turismo, o sea, toda su economía gira en torno al Delta.
El Delta del Danubio es el mayor y mejor conservado de los deltas fluviales de Europa, es enorme, su superficie es de 3446 kilómetros cuadrados. Desde Tulcea y antes de llegar al mar Negro, el delta se divide en tres brazos Chilia, Sulina y Sfantu Gheorghe, pero además existen un sinfín de canales menores con zonas pantanosas, cañaverales y bosques.
Alberga unas 320 especies de aves, 110 de peces y unas 1200 especies de plantas. Por todo ello está considerada la reserva de la biosfera más grande de Europa.
Después de preguntar a varias personas y descartar algunas excursiones conseguimos que nos dieran un paseo en barco por el Delta, cuatro horas por 350 lei, unos 75 euros.
El recorrido, a pesar de ser relativamente cercano al puerto, fue espectacular, conforme más nos alejábamos de la civilización, se volvía más impresionante y daba la sensación de estar navegando el Amazonas más que de estar en Europa. Nuestro principal objetivo era ver pelícanos, pero no pudo ser, creo que habían emigrado debido al frío. Aun así vimos una gran cantidad de aves salvajes como patos, diferentes pájaros zancudos, cormoranes y muchas otras que no sabíamos lo que eran. Lo más impresionante es la cantidad y variedad de vegetación que se puede llegar a ver.
Una vez en tierra firme nos dirigimos al Museo de Historia Natural, la parte más espectacular es el acuario donde se pueden ver una gran cantidad de especies de peces que se encuentran en el Delta. Además se hacen recreaciones del tipo de fauna que también es muy significativa.
Tuvimos que ver el museo rápidamente, ya que cerraban en menos de una hora, en Rumanía anochece temprano y también suelen cerrar los sitios bastante pronto. Decidimos irnos a cenar, llevábamos todo el día sin apenas comer nada, tras una copiosa y barata comida regresamos a nuestro hotel a descansar. Al día siguiente nos íbamos de Tulcea y continuaba nuestro pequeño “gran” viaje.
Fotos propias
Si quieres saber más del viaje consulta:
https://steemit.com/cervantes/@simonmaz/diario-de-a-bordo-rumania-dia-1
https://steemit.com/cervantes/@simonmaz/3rpq5t-diario-de-a-bordo-rumania-dia-2
interesante y entretenido, me leere el 2 y el 1 ahora jaja saludos
Gracias por leerme. Continuará