A la hora de comprar productos alimenticios, en las etiquetas, podemos leer si es de tipo orgánico, naturales o de comercio justo, esto tiene su parte buena porque así sabemos su procedencia y de qué manera se ha fabricado, hoy en día es algo que preocupa bastante a muchos consumidores, pero esto es algo que puede llegar a confundirnos, de ahí el lado negativo del asunto.
Para empezar el que ponga esas cosas en la etiqueta no implica que el producto sea más saludable que otro que no lo especifique, hoy en día hay una fiebre por todo lo que diga que es natural y se interpreta como un signo de calidad y salud, pero eso no quiere decir que sea lo mejor en todos los casos.
Y no solo eso sino que estos productos tienen un precio más elevado, lo que hace que el consumidor gaste más dinero y piense que si es más caro es porque es mejor, lo que contribuye a que se incremente el precio final.
Hoy en día cuando vas a un supermercado todo se vuelve muy confuso debido a la gran cantidad de información que puedes leer en las etiquetas, leemos por ejemplo, producto natural, esa información la podemos malinterpretar fácilmente y no significa que los productos con los que se fabrique sean orgánicos o tengan menos calorías, por lo tanto no tiene porqué ser mejor para la salud el consumidor.
Lo mismo puede ocurrir cuando en la etiqueta nos especifica que el producto es local, que sea local no quiere decir que sea de mejor calidad ni que sea mejor para el medio ambiente, ya que si el sitio donde se cultiva determinado producto no tiene el clima adecuado para ese cultivo al final lo que se consigue es incrementar el gasto energético y por consiguiente se contamina más que si ese producto se ha cultivado en un lugar más adecuado climatológicamente hablando, a pesar de que haya que transportarlo y se contribuya con la economía local, cosa que es muy positiva.
También se da el caso de que los productos q no especifican que son orgánicos o naturales se ven desfavorecidos aunque pueden llegar a ser más sanos que otros que si lo especifique.
Debido a esto, muchas empresas han decidido no usar para su producción la ciencia y tecnología porque muchos consumidores lo ven como algo negativo, cuando esto no implica que el producto sea de peor calidad.
En conclusión, hoy en día comprar es más difícil que nunca, ya que hay muchos criterios a tener en cuenta y algunos de ellos pueden llegar a ser algo engañosos.
Como en todo en la vida, al final es el individuo el que tiene que elegir el tipo de alimentación que quiere o puede. Gracias por compartir el equipo Cervantes apoyando el contenido de la comunidad.
la alimentación es fundamental, queda ya de nuestra parte saber escoger lo que vamos a digerir y nutrir nuestro organismo. buen post
gracias
Muchas gracias por compartir este post, la verdad es muy confuso elegir cualquier tipo de alimento.
gracias a ti por leerlo
muy buen post de verdad hay que saber elegir al momento de comprar
Bastante interesante el post. Gracias por compartir