Desde siempre he sido un admirador de los atardeceres y amaneceres, por lo cual en muchas ocasiones me he visto motivado a fotografiar estas escenas para inmortalizar dicho recuerdo.
Y es que la paz que trasmiten sin duda alguna es increíble, manifestado como un lienzo usado por Dios para realizar sus trazos con sus mas vibrantes colores, en algunas ocasiones muy cálidos y en otras con una tonalidad mas fría.
Muchas veces solemos obviarlos, porque son "comunes" pero en el momento que empezamos a analizarlos, a prestarles atención, es cuando realmente todo cambia.
Por esta razón he decidió dejarles una pequeña muestra de mi gran galería de estas obras del cielo, para que puedan apreciar estos regalos plasmados en mi tierra, Táchira - Venezuela.
