¿Qué tal están, amigo de steemit? Espero que muy bien.
Hoy quiero compartir con ustedes uno de mis escritos dedicado a una situación que, a pesar de ser onírica para mi, podría compenetrarse con más de uno de ustedes. Sin más que agregar, espero lo disfruten.
-CARIÑO-
Hace frío aquí afuera… de no ser por ese ruido habría olvidado que estás aquí conmigo. No puedo evitar preguntarme: ¿Qué haces aquí? ¿De verdad quieres estar aquí? ¿De verdad quieres estar conmigo?
El humo de mi cigarro no me da esas respuestas, y yo no soy capaz de hacerte esas preguntas a ti, siento que de hacerlo todo esto se acabará de la misma manera que comenzó, de la nada. Me siento un tonto y un egoísta, ya que aun dudando tus razones para estar en este lugar en mi compañía, no digo nada al respecto… dejo que mi imaginación juegue con cuchillos a su antojo y me destroce, pero, aun así, me encanta que estés.
Aun con estas incógnitas y estas heridas de afilados cuchillos oníricos, eres la morfina que quita mi dolor cuando apareces de la nada. Llenando de nicotina mis pulmones, la pregunta no deja de retumbar en mis adentros. El estrellado cielo nocturno tampoco me otorga sabiduría, por el contrario, me hacen sentir más pequeño, dudoso, me hace darme cuenta de que, a pesar de mi edad, aun soy solo un pequeño y asustado niño.
Quiero encender otro cigarrillo, pero no quiero que pienses que tengo una adición, a pesar de no saber si te interesa, no quiero que pienses que la tengo. Solo escucho tus pasos detrás de mí, me pregunto qué estás haciendo, en qué piensas ¿Piensas en mí? ¿Pensarás lo mismo que yo? ¿Podrás leer mis pensamientos? ¿Estás viéndome desde atrás? ¿Estás tan confundida como yo? Lo dudo.
En serio que hace frio, pero me alegra haberte dado mi suéter, te ves muy linda con él, sin mencionar que así tú no sentirás este frio inclemente. Ya no escucho tus pasos ¿A dónde fuiste? Quiero voltearme y así probar mi suerte, ver si puedo encontrarte, ver si aún no te has ido. Sigues aquí, de hecho, estás justo detrás de mí, puedo sentir tu aroma a la perfección y mi espalda no se siente tan helada ¿Qué pretendes hacer?
De la nada, un calor arropa todo mi cuerpo de la manera más dulce y delicada, como si acariciase un pequeño animal indefenso. Eres tú. Con tus brazos a mí alrededor siento como se derrite el glaciar que resguarda a mi alma. Mi aliento abandona de manera involuntaria mis labios. Suspiro, Suspiro porque te siento, más de lo que alguna vez te sentí, más que en la intimidad y con solo la oscuridad cubriéndonos. Te siento aquí y ahora. Siento tu rostro al lado del mío, siento tu aliento acercarse más. Tiemblo. Siento como presionas con gentileza tus labios contra mi rosto mientras yo veo hacia al frente, tratando de que mi alma regrese a mi cuerpo para poder moverme, para abrazarte de vuelta, pero no puedo, haces que baje todas mis defensas.
Veo que mueves tus labios, pero no es luego de que vuelves a besar mi rostro que escucho lo que dijiste “¿Todo bien? ¿En qué piensas, cariño?” Tus voz y tu manera de hablar es tan dulce como el rose de tus labios. Solo tú puedes hacer que sienta este calor. Solo tú pudiste disipar mis dudas sin la necesidad de decírtelas. Te quiero y me quieres, soy tuyo y tu mía, y aun así somos libres. Soy libre de quererte, y tú eres libre de quererme.
“Estoy bien, cariño, no es nada, solo pensaba en ti”
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La ilustración que acompaña al escrito también es de mi autoría.
Amigo mio, creo que tienes talento! suerte con esto...
gracias, amigo, te lo agradezco.