A veces vives una vida,
Aparentemente perfecta,
Algo prefabricada,
Un sueño hecho realidad.
Pero sientes en el fondo,
Un inmenso vacío,
Algo que no te llena,
Que no te satisface.
Y sigues siendo el arquitecto,
De ese sueño,
Que crees que es tuyo,
Aun si saber,
Que es lo que quieres realmente.
Y le temes a las pausas,
A esos silencios,
Que te recuerdan,
Que algo en el fondo,
No encaja,
No funciona.
Y así la vida,
Te va llevando,
Con el tiempo,
A una vida que no es tuya.
No sabes cómo sucedió,
No tienes idea de cómo pasó,
Pero ya no hay marcha atrás.
Y de repente,
Viene ese día agridulce,
Ese momento en que cuestionas,
Todo aquello que hiciste,
Que viviste.