Este hastío prolifero,
inerva cada una de mis venas,
se convierte en palabras punzantes
que no salen, están saturadas.
Me siento hastiada,
de mentir y ser sincera,
de los amores erráticos y concurridos.
Hastiada del suspiro,
de la bocanada,
del exhalar,
de la muchedumbre y de la soledad.
Hastiada del olor de los hombres y de las flores,
de caminar sin rumbo y de hacerlo con horario.
Hastiada de hacerlo todo y terminar en nada,
de la enfermedad,
pero también de la supuesta cura.
Hastiada de esos restos de diamantes
a los que llamamos estrellas
y de ver la lava pulular en el azul,
de los efímeros encuentros casuales
y de los causales que dicen acumular horas.
Hastiada de los versos de Neruda y de la prosa de Vallejo
de ser la hija prodiga y la insensata,
de recogerme el cabello o llevarlo en la cara.
Llevo el hastío hasta en los tuétanos,
y allí la lluvia no cura,
desde allí los pajaros no se escuchan,
por allí la vida no fluctua.
"Y sin embargo, amor, a través de las lágrimas,
yo sabía que al fin iba a quedarme
desnudo en la ribera de la risa"
-Roque Dalton
Que hermoso poema Victoria!
Gracias mi amor♥♥