¿Alguna vez has deseado ser viejo?, ¿que pasen los años y tu vida se encuentre en un estado más sereno, más grande, más sabio?
Cuando ingresé a la universidad, soñaba con una familia, con el éxito profesional. Me entusiasmaba la ilusión con la que los más jóvenes contaban sus sueños. Siempre con el plan perfecto, meticulosamente diseñado. Estaba segura que la vida será fantástica.
Estoy a un par de años de cumplir 20 y algunos de mis sueños se han cumplido. Otros han cambiado. Algunas canas apareceran con los años en mi cabeza y las arrugas haran sus primeros intentos alrededor de mis ojos. Voy envejeciendo. Para muchas de mis amigas el que hable del envejecer es casi un crimen. Está bien hablar del futuro pero nunca de la vejez. La vejez le sucede a otros no a uno mismo. Para eso existen las cremas mágicas y varios inventos más que maquillarán la vejez del cuerpo.
Parece ser que el mundo quisiera olvidarse de ella. Y quiere convencernos de que hagamos todo lo posible por mantenernos jóvenes, hermosas, vitales, activas, tonificadas. Y es que de alguna manera el rechazo a envejecer es natural. Tenemos relacionada la vejez con el fin, con el ser una carga, con el no servir. Pero nos estamos olvidando de lo que significa verdaderamente ser viejos. Y es que la vejez no solo implica aproximarse al término de la vida. No es una simple etapa en que todo se deteriora, uno ya no sirve y la vida acaba. Es real que el cuerpo se deteriora pero también es real que la vejez, así como cualquier otra etapa de la vida, tiene un sentido. La juventud no tiene un mayor valor que la vejez como parece ser es la creencia en estos días.
El sentido de la vejez es importantísimo, quien envejece ha vivido, y esas vivencias se convierten en “sabiduría”. Al llegar a viejos desarrollamos una capacidad de comprender lo que pasa en la vida. Los ancianos ven cosas que los más jóvenes son incapaces de ver. El anciano se prepara para continuar su vida y enfrentarse al juicio de Dios cuando la vida del cuerpo termine. Al negar la vejez y relegar a los ancianos a ser una simple carga para la sociedad el mundo se pierde de su sabiduría, se vuelve mezquino y pierde su capacidad de ver más allá. Se queda en lo inmediato y olvida lo trascendente.
Envejecer no es un proceso fácil, creo que requiere de valentía y humildad, más aún en nuestros tiempos. Aceptar la decadencia del cuerpo e incluso la dependencia absoluta de otras personas es doloroso y no sólo me refiero al dolor del cuerpo. Cuidar a un anciano es una tarea difícil pero que puede hacerse dulce si no perdemos de vista lo que la vejez significa. Con el fin de ilustrar lo que sucede en la vejez, que algún día llegará.
Inspirado en la pagina https://catholic-link.com/8-reflexiones-sobre-la-vejez-y-su-sentido/
Fue cuando observaba los ojos de mi abuelo y comprendí que la vejez es solo la sabiduría de los años, es para crecer junto con la vida, abran situaciones que enfreteremos que nos ayudaran a valorar cada segundo de vida. Es tan increible el menosprecio que le damos a la vejez de lo importante que es la sabiduria que se obtiene tanto de la vida de uno mismo como de los demás. Y así apredemos a valorar cada etapa de la vida lo que es la infancia, la juventud y la vejez.
Ese es otro de mis creaciones del baúl del arte. Espero les guste mi inspiración del la realidad de la vida.
Hasta luego...
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