En el verso cuarenta y siete de un poema
estará toda la tristeza existente,
ya no habrá fotos
para recordar
ya no habrá sueños
que contar.
En el verso cuarenta y siete de un poema
estará todo el vacío que dejas en este invierno
al que le pesan las hojas secas caídas de los robles dulces,
ya no se podrá caminar descalzo por la línea del horizonte,
ni podremos escuchar el canto del jilguero.
En el verso cuarenta y siete de un poema,
derramaré todo el amor que siento,
surgiendo como espuma que el sol no hierve,
siendo como los espejos de un valle habitado por una única niña,
como los desalmados que comen de la basura,
como la gente muere de extrañas enfermedades
por eso, en el verso cuarenta y siete de un poema
dejaré de poseer,
dejaré de poseerte amor, tu, eres libre,
tu eres libre de ser,
de amar o morir.
En el verso cuarenta y siete de un poema
te dejaré todo mi amor
a tu disposición,
en el noviembre sin llover,
todas las esperanzas que ya hoy se marchitan y queman la casa y todos los sueños que se salpican de las sombras de la muerte
y por eso en el verso cuarenta y siete de un poema viviré.
Las gracias a mi no me deben dar.
Hermanito, qué buena exploración poética. El uso de imágenes de comprensión secilla. Lenguaje de mucho alcance. Una tristeza que se extiende hasta el verso 37. Un ritmo propio de un músico. Felicidades.
Te seguiré porque es poesía buena. Saludo, Llosa.
Hermano. Muy buen poema. Grandes imágenes. "Surgiendo como espuma que el sol no hierve", este es uno de los versos que más me gusta. Abrazos