Los días previos al 25 pasaron en un abrir y cerrar de ojos. Permanecí incrédula hasta la fecha, incluso ese mismo día todo parecía formar parte de una macabra fantasía.
No fue sino hasta el momento en el que crucé finalmente aquellas puertas que entendí que todo era real.
De golpe cayó en mi estómago el nudo que desde hace días llevaba en la garganta, mi cuerpo entero se estremeció bajo una fuerte sensación de escalofríos y mis ojos comenzaron a soltar deliberadamente tibias lágrimas que frenéticas, desmayaron luego por mis mejillas.
"Ahora no hay vuelta atrás" pensé.
Miré a mi madre y ella con una débil sonrisa intentó ocultar sus nervios..... Y calmar los míos. Aquellas puertas del aeropuerto de Maiquetía, puertas de embarque le dicen ¿ De cuántas tristes despedidas han de ser testigo a diario? Seguro que son más que los felices reencuentros.
Aquel instante en el que crucé por ellas fue suficiente para comprender una vez más cuán efímero y frágil es el flujo del tiempo que bien, puede cambiar tu vida completamente en cuestión de segundos.
Consciente de que cada pisada me acercaba a una nueva realidad, a un tan anhelado futuro mejor, no dejaba de pensar en mi familia, mis amistades, mi carrera y todo lo que ahora sería "mi antigua vida"
Hoy cumplo 4 meses fuera de mi país y aún siento un buche amargo de nostalgia y desconsuelo cuando tengo que contestar de dónde soy. - Soy venezolana - alego siempre dejando escapar una sonrisa que delata mi orgullo.
Es fuerte y me hizo correr mis lagrimas de solo pensar en la despedida y el vacio que debe ser cada día, pero adelante que de alguna manera Dios nos bendice y siempre nos apoya, éxito
Muchísimas gracias por tu comentario, me alegra que mi relato provocara una reacción en tí y por lo demás, así es. Dios siempre bendice
@yoss, muy lindo relato, lleno de nostalgia, arraigo familiar y sobre todo orgullo por ser de donde eres, sigue así escribiendo desde la pasión y el corazón, felicidades.
Así es, siempre con orgullo. Muchísimas gracias!!!