Él. Alto y delgado.
Su cuerpo esquelético vive bajo el constante azote de ideas perversas de miles de mujeres hermosas que lo rodean.
Sus dedos largos y huesudos pasean por sus labios a un ritmo lento mientras las detalla. Dejándose llevar por las imágenes subidas de tono que invaden su mente.
Placer. Todo le da placer al pobre.
Su voluntad es débil y su carácter flexible, pero su mente, está irremediablemente dañada.
Se engaña creyendo que no existe mujer que esté fuera de su alcance y que todas ceden ante sus mal llamados encantos.
Sin embargo, es justo reconocer que la experiencia y la habilidad están a su favor en este campo. Sabe cómo moverse y es por esto, que el 80% de las veces obtiene lo que quiere. Si de mujeres hablamos.
Pues, en cuanto a negocios o fortuna la ruina y la desdicha son las únicas amantes fieles.
Te amo
¡Ja, ja, ja! Este me saco una sonrisa.
¡Saludos!
¡Me alegra saberlo!