Culminaba la tarde
mis escuadras trazaron el sendero, tropezando las rocas dormidas por siglos
La Cinética invadió el espacio
Un silencio de ternura tocaba la humedad envidiada por el río
su risa se envolvía en la corriente
las hojas danzaban sobre la sacra aroma
me sorprendieron los susurros ignotos de luz en la montaña
Ojalá la mirada sea eterna y ellas existan siempre...
Ilustración realizada por @belsaiyanez mi compañera