¡Aleluya! este es el tiempo de adorar a nuestro Dios, con todo nuestro corazon, con toda nuestra alma, con toda nuestra mente, con todas nuestras fuerzas, es el tiempo de entregarnos por completo en obediencia y adorarle sinceramente, porque solo El es Digno de toda alabanza y toda adoracion, porque de El es la gloria y el poder por los siglos de los siglos ¡Gloria a Dios! Alabado y Exaltado sea su Santo Nombre.