¿Qué longitud puede alcanzar la ceniza de un puro?

En la mayoría de las convenciones de cigarros puros suele dedicarse un tiempo a que los asistentes que lo deseen compitan para ver quién consigue crear la columna de ceniza más larga.

Hacerlo no es fácil: los productos de la combustión de la hoja del tabaco permanecen débilmente unidos y cualquier perturbación hace que se desmoronen. Como podemos imaginar, se trata de una lucha contra la gravedad, y por eso los fumadores colocan el puro en posición vertical. Muy pocos de quienes participan en esos concursos logran sostener en equilibrio columnas de residuos de más de 16 centímetros. Además, tal hazaña no se puede conseguir con cualquier tipo de puro.

La consistencia de la ceniza, un factor clave, depende de diferentes factores. Por un lado está la calidad de la hoja utilizada. Si es buena, deja una ceniza más densa, lo que retrasa su inevitable caída. Es más, en general se suele aceptar que un habano está bien elaborado cuando la punta quemada alcanza por lo menos los 2,5 cm de longitud y sigue unida al cigarro. Otro factor que influye es el arte del torcedor, esto es, el experto que enrolla el puro. Si no lo hace con la suficiente firmeza o escoge hojas cortas, la ceniza tenderá a disgregarse.