INFINITY WAR EL ABURRIMIENTO

in #cine7 years ago

Película: AVENGERS: INFINITY WAR. USA, Directores: Anthony y Joe Russo. Protagonistas: Robert Downey Jr., Chris Hemsworth, Mark Ruffalo, Chris Evans, Scarlett Johansson, Benedict Cumberbatch, Don Cheadle, Tom Holland, Chadwick Boseman, Paul Bettany, Elizabeth Olsen, Anthony Mackie, Sebastian Stan, Danai Gurira, Letitia Wright, Dave Bautista, Zoe Saldana, Josh Brolin y Chris Pratt.

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Si creas un villano tan poderoso que ni los más poderosos de los poderosos defensores pueden vencer, entonces los hilos de la historia debes manejarlos con la suficiente inteligencia como para lograr algún respeto. Y, lamentablemente no tengo mucho respeto por esa unión Marvel-Disney aun cuando creí ser testigo de una etapa de creatividad interesante con Black Panther y tal vez estar equivocado con el ratoncito que compró a Lee. Sin embargo, con Avengers: Infinity War, la superficialidad del manejo de la lógica de la historia convierte mis temores en realidad: la transformación de los superhéroes en figuritas pusilánimes cuyo destino es la desaparición. O muerte (en este caso es lo mismo)

Primero hablaré de la película, luego del público y en ambos casos mis temores crecen. La calidad de hechura de la película es innegable, su artesanía denota esa inmensa y costosísima maquinaria técnica y tecnológica que permite hacer –literalmente- olvidar que Thanos, el villano, es una animación. La puesta en escena es espectacular, casi intachable e incluso permite el perdón de algunos errores de dirección artística y de guión. El humor inteligente está presente en todo el film haciéndolo más llevadero y hasta permite la complicidad con algunos personajes. En algunos casos, la presencia de maquinarias de dimensiones planetarias, no se justifican con el hilar de la historia y son copias de fábricas metálicas de principios de la revolución industrial, remembranzas de óxido y decadencia. Alguna vez un grupo de escritores de ciencia ficción escribieron una novela la cual cuenta el encuentro del hombre con una nave espacial cúbica gigantesca, más grande que un planeta grande, creada por cuatro civilizaciones extraterrestre y completamente diferentes a cualquier tipo de la civilización humana. Es quizás la primera vez que alguien imagina una maquinaria del tamaño de un planeta, pero esa maquinaria representaba el legado de algún tipo de civilización ya extinta, en el caso de la película morgue de Marvel-Disney, éstas se presentan sin la debida fortaleza para la historia (el pseudo planeta del coleccionista o la estación metálica del enano gigante)

Thanos ha superado hace tiempo esa lucha interior frente a dilemas morales tan fácilmente que lo hace sentirse superior. Así, resuelve fácilmente cualquier pelea no importando la fuerza del adversario, bien sea física (le da una coñiza a Hulk.. ¡a Hulk! ¿?) O bien una disertación a un dilema de existencialidad (Gamora, Ironman). Su objetivo está claro, su acción aniquiladora es para el bien del universo y punto. Si les gusta o no su método le importa un pepino y, como se ve al final del film, logra su objetivo y plácidamente contempla una puesta de sol en su casa cual benefactor socialista luego del reguero de cadáveres dejado a su paso. Claro debemos aceptar que es un tanto cuidadoso con el medio ambiente, no deja sino cenizas de los seres que aniquila para que puedan ser reciclados naturalmente.

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La teoría del genocidio como sacrificio justificado para la obtención de beneficio mucho más lógico para los privilegiados supervivientes ha pasado por las mentes de los más crueles líderes de la historia de la humanidad. Algunos, como Hitler, Stalin, Mao, Fidel, Chávez o Maduro, la aplicaron. Hitler pensó en la superioridad aria por lo tanto su herencia natural y moral era el mundo en su totalidad. Así siguieron su ejemplo los mayores asesinos de la historia Stalin y Mao con su impronta del socialismo a hierro candente y Fidel Castro exportando su criminal modelo de asesinato paulatino y pausado de masas. Chávez empezó el genocidio y Maduro lo continúa en Venezuela. En todo caso, parecidos son coincidencia, Thanos derrota a los Avengers demasiado fácil, tan solo Ironman logra darle cierta resistencia y, paradójicamente, deviene de su poder moral más que su poder científico o tecnológico, que es, en el fondo, el mayor logro del Stark. Su condición moral pudiera discutirse, pero al fin y al cabo es reflejo de la creación de sus desarrolladores. Como inmoral es lo hecho con Spider-Man ya en su anterior película (Spider-Man: Home coming) el personaje es transformado en un payaso adolescente cuya fortaleza mental es tan pequeña que pasa a ser juguete de Stark, por lo tanto al matarlo físicamente en Infinity War se le hace un favor a los fanáticos, espero no estar presente en una futura resurrección con el mismo actor y su performance estúpida.

Stan Lee nunca tuvo el tino de manejar el amor como un hecho innegable también para los super héroes. Y roza superficial y ciertamente la relación entre Avengers y sus parejas como es el caso de Stark con Pepper, Peter Parker con Mary Jean, Gamora con Starlord, Thor con, no recuerdo, Superman con Luisa Lane -oh, perdón ese es otro amor, pero igual de insulso- y tuve un destello de esperanza cuando la fabulosa Sacarlet Johansson se enamora de Hulk y Hulk como él y como Banner sucumbe a la hermosura de esa Viuda Negra que de viuda no tiene nada y de negra tampoco. Y convierte al gigante verde en un cobarde escapista quien como mago desaparece para no afrontar una relación altamente peligrosa y los directores de Infinity by pasean el amor de ellos con un simple saludito… como si no hubieran sufrido el tener que romper su amor, la distancia, el desconocimiento, la desaparición. ¿Es que nunca leyeron a Stendhal? Con West Side Story era suficiente para recrear a Julieta y Romeo y, seamos sinceros, un besito en la boca de Hulk con la Viuda hubiera sido una escena cumbre. Sin edulcorantes, pero cumbre. Incluso el amor filial de Thanos por Gamora es pasado por las ramas cuando es lo único que permitía la vida dentro de ese cuasi dios de origen desconocido, incluso más allá de su enamoramiento de la Muerte (la ve como mujer más que como fenómeno de los dioses).

Creo que la capa de Dr. Strange hace un mejor papel que el mismo mago manipulador del tiempo quien sucumbe a realidades paralelas en desagravio de lo que, creo, intentó en algún tiempo Stan Lee. Creando esa morgue de super héroes cuya lógica llevaría a pensar que pudo evitar. Sin embargo, la película, viéndola como una narración de entretenimiento, tiene momentos de fallecimiento, como de jaqueca, porque aburre y tal vez Thor salva mucho de eso que llamaríamos la narrativa de la película.

Ahora quiero hablar del público. Pana, de verdad a muchos les falta no un tornillo sino la maquinaria completa. Entre aquellos que no entendían qué coño pasaba en la película hasta los fanáticos otakus (aunque este término es para los fan de manga y animé japonés) decían cada pendejada en el cine que justifica que les quiten el dinero con las cotufas al desorbitante precio que las venden y demuestra algo preocupante: Marvel significa hoy un escape de la realidad venezolana más allá de esta. Me explico. Si es necesario conseguir un asidero mental para mantenerse sano en esta realidad socialista de Venezuela, este escape debería, en todo caso, contar con el respaldo de la imaginación, del sueño, de la esperanza. Y el mundo Marvel pudiera ser ese escape ¿por qué no? Pero si lo tomas como si tu conocimiento de ese mundo te hace ciudadano de otro país que no habitas, entonces tu sentido tanto del disfrute como de la fantasía, desaparece para convertirte en eso que, algunos llaman, Homo Estupidus. Y no haré diferencia entre género masculino y femenino.

Avengers: Infinity War es una reunión de amigos luchando contra alguien cuyo objetivo es tan claro que los derrota por ese mismo hecho. Los Avengers están en la dicotomía de saberse de sí mismos como héroes o errores de guión. Aún no se definen y esto es parte de la maldición de aquellos que pretenden hacerse genios sobre los hombros de otros genios. Esto, que yo sepa, solo le paso a Isaac Newton.