La brisa marina y los atardeceres que transforman los colores de las fachadas de casas de más de 400 años hechizan a los visitantes en Cartagena de Indias. Esta ciudad, Patrimonio Histórico de la Humanidad, con tesoros coloniales fue fundada en 1533 por Pedro de Heredia, conserva la arquitectura colonial de sus construcciones y el conjunto de fortificaciones más completo de Suramérica.
Colombia cuenta con una naturaleza variada y hermosos paisajes que deslumbran por su colorido y grandiosidad, pero lo que más atrae de este hermoso país son sus playas de gran belleza y ambiente tranquilo, perfectas para el disfrute y el descanso.
Isla Barú
Esta isla de gran tamaño se encuentra próxima a Cartagena y su acceso se hace cruzando el Canal del Dique en ferry o planchón. Sus playas de arenas blancas y aguas transparentes, se destacan por sus jardines submarinos.
Isla del Rosario
Es un pequeño archipiélago coralino, muy cerca de Cartagena, con playas de aguas turquesa y arenas suaves, que hechizan a todo aquel que se acerca a la costa. Las construcciones y callejuelas se prestan para caminatas relajadas y placenteras.
Islas de San Bernardo
Situadas al sur de Cartagena, estas islas conforman un archipiélago de paisajes paradisíacos que ofrecen un escenario para el romance y el placer. Las corrientes marinas pueden ser intensas en estas islas, de acuerdo a la temporada, por eso es aconsejable tomar algunas precauciones.
Entre ellas destaca Cartagena de Indias, una de las ciudades más espectaculares de América, con un pasado histórico excelentemente conservado y una naturaleza sobrecogedora, enmarcada por una bahía de ensueño.
Cartagena, Colombia suma a los encantos de su arquitectura colonial, republicana y moderna, los atractivos de una intensa vida nocturna, festivales culturales, paisajes exuberantes, magníficas playas, excelente oferta gastronómica y una importante infraestructura hotelera y turística. Es una ciudad fantástica que guarda los secretos de la historia en sus murallas y balcones, en sus construcciones y en sus angostos caminos de piedra.
El centro histórico que encierran las murallas de Cartagena es el alma de esta ciudad, que le sirvió de inspiración a Gabriel García Márquez, ganador del premio Nobel de Literatura en 1982. Aquí, además de palpar la historia de siglos en calles empedradas, se puede explorar el Castillo de San Felipe, asombrarse con un recorrido por iglesias antiguas y, cerca, hasta nadar y flotar en un volcán de lodo.
La Torre del reloj
Originalmente fue llamada Boca del Puente y fue construida como entrada principal a la ciudad amurallada. Los arcos laterales eran utilizados como capilla y cuarto de armamento. Cuando concluye el cerramiento de Calamari hacia 1631, adquiere Cartagena, una puerta principal. Era el único ingreso a la ciudad propiamente dicha. Contra su angosta bóveda descargaba el puente que ya se conocía como San Francisco, por el convento en Getsemaní no diseño no era muy significativo, militarmente, la opacaba la vital puerta de la Media Luna, mucho más expuesta y mejor defendida. En el año de 1704 la puerta es de tres bóvedas a prueba de bomba, hoy todas abiertas, pero donde originalmente sólo la del medio servía para el transito ciudadano. Las dos laterales usadas como bóveda de armamentos y abrían exclusivamente hacia la central, de igual manera le fue dejado el espacio para finalmente colocarte el reloj.