Aquella persona que piense que contar una historia en dos horas es mucho más difícil que hacerlo en diez minutos, o es un genio de la síntesis, o simplemente no ha intentado presentar a unos personajes, su pasado, su presente, sus miedos, sus alegrías y sus relaciones, en unas pocas páginas de guion. Tal vez nunca ha sido tentado a escribir o filmar una hermosa escena, de gran impacto visual o emocional, pero que poco contribuye al argumento central de un cortometraje.
"No tengo tiempo para ser breve"
En 1662 muere, en Francia, Blaise Pascal, uno de los científicos más importantes de su tiempo, cuyas contribuciones aún gozan de valor y reconocimiento. Entre las muchas citas que se le atribuyen a este personaje, está aquella encontrada en una misiva en la cual expresaba con ingenio: "He redactado esta carta más extensa de lo habitual porque carezco de tiempo para escribirla más breve".
También en Francia, cerca de 200 años después, nacen tres genios que marcarían un hito como pioneros de la cinematografía mundial. Dos de ellos hermanos, Auguste y Louis Lumière, y George Méliès. La cita de Pascal, aunque paradójica, refleja perfectamente la esencia del arte que sus coterráneos, los Lumière y Méliès, contribuyeron a cimentar.
Cuesta mucho ser breve
Para el ser humano, la habilidad y el placer de contar historias es un instinto innato. Ser breves nos cuesta demasiado. Especialmente, cuando conocemos mucho una historia, queremos transmitirla con lujo y detalle. No queremos obviar ningún elemento, por muy superfluo que sea. En el cine sucede aún más. ¿Quién conoce más la historia que su propio realizador? Quien la concibió, la soñó y la quiso pintar en una pantalla.
El cineasta cortometrajista lo sabe. Contar una historia de manera precisa y concisa es todo un reto; sobre todo, contarla bien. Lograr emocionar a un público en pocos minutos es un desafío habitual. Identificarlos con unos personajes que han tenido solo segundos para ser planteados es una necesidad. Desarrollar un drama profundo con minutos es algo nada sencillo de lograr.
Buen Post. Hay una frase del marketing que dice lo más en menos y lo menos es más. No se si aplica en el cine. Prefiero una historia intensa y con muchos matices que una lenta y monótona