No diré nada, no reclamaré, no preguntaré por qué. Soy consciente de que yo sola me metí en el hoyo y que no he querido salir por necia, por insolente. No me quejaré, aceptaré mi decepción en silencio y si alguien pregunta, sonreiré. Nada pasa, no hay manera de que algo me afecte tanto como para exteriorizarlo. Nada ya puede derrumbarme, por mas que llueva y el viento sople, mi tejado sigue intacto. Porque con mucho esfuerzo y trabajo duro lo construí. Nadie me ayudó, así que nadie tiene derecho a destruirlo. Mi coraza sufre los golpes, pero es imposible que a estas alturas se quebrante con estupideces. Insisto, si quiere verme vulnerable, véame bailando. De otra forma en mi vida eso no existe.