El tiempo era oportuno, tiempo para reflexionar, como si no existieran las horas, un tiempo para drenar, familias más unidas, no era tiempo de comparar. Que sabiduría tiene Dios! lo que nos hizo pensar.
Que sabías esas palabras amiga Sarita, a veces es necesario detenerse para poder avanzar.
Un abrazo y saludos.