Jugados ya los dos primeros partidos de octavos de final de la Champions League y vaya partidos que fueron estos dos, en este primer post hablaremos sobre el Atlético de Madrid 1 – 0 Liverpool.
Partido no, partidazo el que se vivió el día de ayer en el Wanda Metropolitano, se enfrentaban el Atlético que hacía como local en este partido de ida y el actual campeón de la competición, el Liverpool, un Atlético que luego de las actuaciones en La Liga daba muchas dudas de como jugaría este partido y si es que podía lograr conseguir al menos un empate a cero, pero estos es fútbol y es la Champions, no se puede dar nada por hecho. Muy rápido con un gol tempranero de Saúl al minuto 4 de partido se adelantó el Atleti, gol que le fue más que suficiente al conjunto colchonero que tras el gol se paró muy bien en el terreno de jugo para conseguir así una justa y merecida victoria, gran trabajo del Cholo por como planteó el partido, el Atleti supo y tuvo como, en varias ocasiones, hacerle daño al actual campeón de Europa, el resultado pudo ser mayor cuando tras un centro, Morata no pudo conectar con un balón al resbalarse, dejando escapar así una oportunidad para ampliar la ventaja, de igual manera los reds tuvieron algunas ocasiones claras como un cabezazo de Salah que paso cerca al palo. Así como el Cholo, otro que hizo un gran trabajo, que también es del Atleti, fue Renan Lodi, el brasileño se jugó un partidazo el día de ayer, mostrando seguridad en cada balón que tocaba, además de disputar cada bola dividida con una atrevida agresividad, por el magnifico trabajo que hizo en la cancha se ganó el premio al mejor jugador del partido (MVP) que a partir de estos octavos de final la UEFA entregará.
Un dato a destacar de este partido es el hecho de que el Liverpool por primera vez desde el 2018 no hizo ningún tiro a puerta, dato que una vez más respalda el tabajazo del Atlético de Madrid.
Tras lo sucedido en Madrid, la vuelta que se jugará el 11 de marzo promete muchísimo, y ya veremos si el Atleti puede sacar un buen resultado en Anfield, donde, como sabemos, el Liverpool no camina sólo.