Después de varios meses con Atenea (una gigante labrador-retriever que, de no ser por los ladridos, cualquiera confunde con un caballo) en casa, hoy me presentaron a nuestro nuevo dios griego: Zeus llegó para quedarse... por unos meses.
Fui de visita a la casa de mis papás y mis hermanas (yo vivo con mi abuela). Al llegar, las patas de la grandota Atenea casi me tumban. Para no perder la costumbre, mi bebé venía con su plato de comida en en el hocico. "Maaa, aliméntame", me dijo con sus ojos bellos.
Con toda la intención de buscar su comida, entré hasta la cocina. Para mi gran sorpresa, escuché otros ladridos. Esta vez eran de un cachorro.
Mis ojos recorrieron el interior de la casa, hasta que por fin lo vi. En un rincón, detrás de la mesa del comedor, vi al pequeño Zeus. Lo primero que le dije a mi hermana (quien llegó conmigo) fue: "Si me descuido, llega aquí el Olimpo completo".
Cumplí la tarea de alimentar a la labrador. Qué feliz estaba... y la entiendo. Eran las 12:00 del mediodía y yo también tenía hambre.
Justo después, me fui a presentar con el pequeño. ¡Dios bendiga el caracter de ese cachorro! Su recibimiento fue poco menos que salvaje: me olfateó, me ladró y luego se me lanzó encima. Otras cuatro patas que me quedaron marcadas en toda la ropa.
El filo de sus dientes y la energía propia de los perros que no llegan a los dos meses de nacidos se hicieron notar.
Aún tengo las marcas en los brazos y la cara.
Zeus no es nuestro (aunque quisiera). Una tía lo adoptó; pero mientras ella está de viaje, mi hermana lo está cuidando. Con el caballo color crema que ya está en casa, es más que suficiente. ¡Esa niña come más que yo!
Hoy fue un día de juegos y de tierra. Sobre todo tierra. Y huellitas por toda la casa. Aunque los celos perrunos también se hicieron presente. Mientras besaba a uno, la otra chillaba; cuando iba con ella, el menor reclamaba mi regreso.
awwwww que bello!
¡Gracias, Karlennys! Es tan bello como salvaje. :P