En Septiembre de 1945 Frederick Hayek pública el “El Uso del Conocimiento en la Sociedad” en la revista American Economic Review. En el momento, causó gran polémica debido al clima político y social (culminando la II Guerra Mundial). Hayek, filósofo, jurista y economista de la Escuela Austríaca, discípulo de von Wieser y von Mises y recipiente del Premio Nobel de Economía en 1974, expone las desventajas de una economía planificada, siendo uno de los principales críticos del socialismo y la intervención del Estado en la economía.
Hayek, durante su extensa carrera (130 artículos y 25 libros) supone al socialismo como “técnicamente imposible”, a pesar de no mencionarlo explícitamente en el artículo. Al comparar el conocimiento de una autoridad central única vs. el orden extensivo (sociedad moderna) comenta que “los ‘datos’ referentes a toda la sociedad a partir de los cuales se origina el cálculo económico no son nunca ‘dados’ a una sola mente de modo que pueda deducir sus consecuencias y nunca, tampoco, pueden así ser dados”, y el socialismo pasa eso por el alto (la dispersión del conocimiento).
Según Hayek, el problema económico de la sociedad es "un problema de cómo asegurar el mejor uso de los recursos conocidos por cualquiera de los miembros de la sociedad, para fines cuya importancia relativa es conocida solamente por estos individuos. O, por decirlo brevemente, es un problema de la utilización de conocimiento no dado a nadie en su totalidad".
El socialismo critica la producción para la ganancia en vez de para el uso, oponiendo a lo que hace posible la sociedad abierta (Término de Bergson). La producción para el uso, no podría existir, ya que solo funcionaría en una sociedad donde se conociera toda la información.
Lo que hay que considerar, es que la sociedad actual todos trabajamos para individuos que no vemos ni conocemos y somos sustentados por el trabajo de personas o entes que no nos conocen. Y esto es posible porque producimos para obtener beneficios. Esa ganancia es la señal que nos dice qué exactamente debemos hacer para servir quienes no conocemos. Para dar un ejemplo, si una persona vende leche que recolecta de sus vacas, técnicamente no sabe con certeza quienes compran y consumen su producto. Pero un indicador, como lo sería una disminución en las ventas, lo propician a tomar medidas necesarias para su beneficio o ganancia. En este caso podrían ser: reducción de precios, modificación de técnicas de producción, nuevos sistemas de distribución, entre otras. Hayek dijo a un entrevistador que “podemos producir lo suficiente como para mantener a toda la población actual del mundo sólo gracias a un proceso espontáneo, un mecanismo, que nos permite usar infinitamente más información de la que posee ninguna autoridad central.”
Si la mayor crítica de Hayek hacia el Socialismo es su deseo de organizar desde arriba la sociedad de una manera coordinada en base a mandatos coactivos, con insuficiencia de información, no hay mejor ejemplo que Venezuela para analizar las fallas del socialismo con el gobierno como ente regulador económico.
Según Huerta de Soto, otro economista de la escuela austriaca, el socialismo es un error intelectual. Lo define como un sistema de coacción institucional al libre ejercicio de la función empresarial. La función empresarial es la innata capacidad de todo ser humano para darse cuenta de las oportunidades de ganancia que surgen en su entorno y actuar en consecuencia para aprovecharse de las mismas y produce 3 resultados: La creación de información (hay un desajuste, del cual podemos obtener beneficio), la transmisión de información (que los otros actores económicos lo descubran y sean parte de dicha oportunidad) y la coordinación o ajuste para garantizar la eficiencia del acto empresarial. Estas afirmaciones de Soto apoyan la conclusión de que la información se transmite de una manera muy eficiente y economizada. Y la inmensa mayoría de esas transacciones se plasman en los precios de mercado.
Hayek nos plantea la necesidad de tener un sistema de creación de precios producto del desarrollo social y que haya sido resultado de la evolución de información económica que se encuentra dispersa y fragmentada en distintos actores económicos, y jamás debe ser impuesta por un solo ente o autoridad.
Por tanto el problema económico de la sociedad no recae en la asignación de los recursos disponibles sino en lograr un mejor uso de la información para poder explotar oportunidades y disciplinar su comportamiento en función de las necesidades del otro.
La comunicación en el sistema de precios es fundamental ya que el problema recae en buscar la forma de extender nuestro campo de utilización de los recursos. Es conveniente crear incentivos para que los individuos se auto regulen y se cree un consenso de los precios llegando a un equilibrio sin ser intervenidos por actores externos en el mercado en aras de controlar la creación de precios y por defecto destruir el proceso natural de fijación de los precios.
Con respecto a la asignación de recursos, se tienen que tomar un conjunto de decisiones interrelacionadas que se encarguen de distribuir eficientemente la asignación de recursos disponibles en cualquier actividad económica. Lo que nos lleva a pensar; cual es la mejor forma de utilizar el conocimiento obtenido para un proceso económico, puede ser de forma centralizada, así como pueden ser descentralizada o industrias organizadas como los monopolios.
En referencia con la situación actual venezolana se pueden evidenciar varias afectaciones en el desarrollo de los distintos actores económicos en la creación y fijación de precios. Según la coyuntura económica caracterizada por altos índices de inflación y escasez, siendo consecuencia de ser una economía con características de planificación centralizada que ha tomado desacertadas políticas monetarias y fiscales, como lo es la devaluación de la moneda nacional imprimiendo dinero inorgánico. El FMI estima que la inflación para el 2017 cerrará en 652%. Esto convierte al país caribeño en la economía con el mayor índice de inflación a nivel mundial. Consecuentemente los actores económicos han tenido que adaptarse a la fluctuantes cambios del mercado siguiendo el proceso natural de creación y fijación de precios. El estado venezolano ha dictado medidas como la creación en enero del 2014 del ente encargado de regular y monitorear la fijación de precios, (SUNDDE). El ente regulador ha inhibido la capacidad natural de los actores económicos de autorregularse y ajustarse a los constantes cambios característicos de una economía inflacionaria perjudicando así la capacidad de manejo de los individuos.
Además de la aguda inflación también se le suma una reducción significativa de la capacidad productiva nacional, al verse disminuida la cantidad de barriles producidos por día, decayendo así el ingreso por exportaciones. Solo en el 2016 el PIB se contrajo un 17%. Al verse reducido el ingreso por exportaciones también se redujo la importación de productos básicos para el consumo interno como comida y medicinas. Los constantes ajustes de precios en la economía informal nos ha informado del comportamiento de su oferta. Aunque los ajustes de precios no sean perfectos, sirven como indicadores a los actores económicos con respecto a la escasez sin tener conocimientos previos de factores causales.
Las aplicaciones de las políticas económicas y distribución de recursos han sido claramente ineficientes en su en su planificación. Con respecto a los medios de producción, el estado Venezolano ha hecho una política, esta última década, basada la estatización de empresas privadas con el objetivo de centralizar la producción de bienes. Actualmente existen unas 526 empresas estatales las cuales en su mayoría se encuentran con una productividad inferior o con balances negativos en sus estados financieros, en comparación con las cifras previas a su estatización. Es así evidente la ineficiencia de un estado socialista el cual maneje los factores de producción. Tomando la petrolera estatal PDVSA como referencia, que ha ido reduciendo la productividad. En el 2015 se producían 2,5 millones de barriles de petróleo por día, en el 2016 se producían 2,02 mbpd. Esto una evidencia la gran ineficiencia por parte del estado para manejar las empresas y sobretodo recursos.
Podemos concluir que en el socialismo de Venezuela, no es suficiente producir por “uso”, debemos hacerlo por beneficios, por incentivos que nos permitan usar la información dispersa para, en conjunto como sociedad moderna, hacer uso de estos indicadores (como el precio de mercado), para ser observados, asimilados, interpretados y utilizados en ulteriores proyectos. Que un órgano director (autoridades gubernamentales), que no posee toda la información, se encargue de las necesarias tareas de coordinación social y económica, origina disrupciones de los mercados. El libre mercado se basa en el mecanismo de precios, en el que las personas individualmente tienen la capacidad de decidir cómo se deben distribuir los recursos en función de su voluntad de dar dinero para bienes o servicios específicos. El precio transmite información incorporada sobre la abundancia de recursos, así como su conveniencia, lo que a su vez permite, sobre la base de decisiones consensuadas individuales, correcciones que eviten escasez y excedentes. Hayek argumenta que esta es la única solución posible, y sin la información proporcionada por los precios de mercado, el socialismo carece de un método para asignar recursos racionalmente.
Excelente Post!. 👏
Estamos creando buena comunidad Venezolana en Steemit, ya somos varios miles, apoyémonos unos a otros! te di follow! Si quieres sígueme, soy bastante activo en la plataforma y publico cosas cool!... Nos vemos 😎