En los negocios existen dos formas de entrar al mercado. Una sería creando mercado/liquidez y la
otra quitando mercado/liquidez.
¿Qué significan estos dos conceptos? Sencillo. En el caso que quisiésemos crear mercado podríamos colocar por ejemplo un kilo de manzanas a un precio que quisiéramos en el mercado. En este caso, tendríamos que esperar que un comprador venga a comprar esas manzanas a ese precio fijado por nosotros. Normalmente, la persona o empresa que añade mercado o liquidez es la que mas gana en comisión porque es la que fija el precio para su mejor beneficio. La persona o empresa que quita mercado o liquidez sería aquella que dispone de dinero y decida comprar un bien. Esta sabe que tiene que buscar la mejor calidad-precio del mercado para su propio beneficio.
También podría ocurrir al revés. Es decir, se puede crear mercado o liquidez fijando una cantidad de dinero. Entonces el vendedor de dinero tendría que esperar al comprador de dinero para intercambiarlo por un bien suyo llegando a un mutuo acuerdo.
Este último caso, no suele ocurrir muy a menudo en los pequeños mercados sino en mercados mas grandes como por ejemplo en un mercado de valores de bolsa, en el mercado inmobiliario, en los mercados al por mayor, etc.
Actualmente, en los mercados de valores de bolsa, es algo mas complicado porque se encuentra muy informatizado. Se ha llegado a tal extremo que en algunos casos las máquinas realizan mayor cantidad de operaciones que las mismas personas. En este caso, una persona podría decidir si comprar o vender dinero por un activo.
Además, existe un tipo de transacción muy poco conocida en los pequeños mercados pero muy utilizada en la bolsa. Esta negociación se llama venta corta. Para realizar esta transacción se contactaría con una agencia de bolsa para que nos prestase las acciones que se quisiesen vender.
Normalmente, este préstamo se realiza por un periodo corto de tiempo. Primero se vendería la acciones por dinero para luego comprarlas con ánimo de hacer negocio si bajase el precio de la acción.
En cuanto a los precios en los mercados se podría analizar en función del sentimiento colectivo. Para describir el sentimiento cito tres de ellos muy destacados en la economía.
El primero es el sentimiento de la ambición o la avaricia. Este sentimiento impulsa a los mercados a que suban los precios.
Durante toda la economía moderna los precios ha subido porque la ambición y la avaricia siempre ha estado presente. Un exceso de este sentimiento puede ocasionar que un bien o un activo financiero se pueda representar como una burbuja financiera. Como ya ocurrió con la burbuja tecnológica puntocom, la burbuja inmobiliaria, la burbuja del petroleo, ...
A este sentimiento también lo ayuda la envidia sobre las pertenencias o ganancias de las demás personas. Si por ejemplo, vemos que ciertas personas de nuestro alrededor como amigos o familiares empezasen a ganar una considerable suma de dinero o se han comprado un nuevo coche o se han comprado una nueva casa a algunos les podría causar ganas de superarles o igualarles en posesiones materiales.
Cuando hay ambición o avaricia la economía sube, los precios aumentan, se crean puestos de trabajo y excesos de todo tipo. Se trata de la parte positiva de la economía y en Wall Street para esos tiempos de bonanza y de inflación se etiqueta simbólicamente con el toro. De hecho, se puede ver un gran toro en una calle de Nueva York cerca de Wall Street que representa el crecimiento económico.
Otro sentimiento que resta poder a la ambición y a la avaricia que afecta bastante a la economía es el miedo. El miedo es un estado emocional que provoca que los precios de los activos vayan bajando. En Wall Street, se etiqueta este sentimiento en los mercados con el oso.
Este sentimiento simboliza la parte negativa de los mercados como la crisis y la deflación. Si estuviésemos negociando en el mercado y vemos que perdemos dinero, nuestros instintos mas primarios se pondrían en alerta. Nuestro cerebro segregaría una hormona llamada cortisol que nos haría vivir el momento en plena tensión.
Ya que el cortisol es la hormona del instinto de supervivencia. Si permanecemos mucho tiempo en ese estado podríamos sentir estrés, ansiedad, agresividad, malestar, dolores, … e incluso en casos extremos podría llegar a una enfermedad. Para esos negativos momentos sería recomendable la relajación. El miedo, también podría servir como arma por grandes empresas para combatir la inflación y la subida de precios. Los medios de comunicación solo han de divulgar mucho miedo para ocasionar desconfianza en los mercados y ocasionar crisis. Por último, nos podríamos encontrar con el pánico. El pánico es un exceso de miedo. Cuando el pánico se encuentra en el mercado ya no importa a qué precio se encuentra el activo financiero.
Cuando existe pánico, se tiende a vender a cualquier precio.
También podría ocurrir cuando una empresa o banco se declarase en bancarrota. En ese caso, se podrían juntar muchas personas o empresas para retirar su patrimonio o sus deudas como acreedores de la entidad en quiebra.
Este sentimiento no solo bajaría el precio de los bienes sino que lo haría drásticamente e incluso podrían cerrar los mercados por sus grandes perdidas.
Las personas y las empresas venderían con impulsividad todos los activos para sacar todo el dinero.
Siendo los verdaderos perdedores aquellas personas que no se anticipen. Un ejemplo de pánico en los mercados fue la gran depresión americana de 1929.
Muchas gracias por leerme!
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Keep up the great work @raul83
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