Muy bueno tu comentario @orianana. Tener momentos difíciles es lo que nos hace aprender, es el proceso de la vida. Sin embargo el dolor y el sufrimiento no son lo mismo. Aprender duele porque significa cambiar parte de nosotros, y en la mayoría de los casos nos resistimos a los cambios. Sufrir es algo de lo que podemos prescindir puesto que en el amor no hay sufrimiento.
Esta es una frase de Krishnamurti:
“Cuando hay sufrimiento, ¿puede de algún modo haber amor? El amor, ¿es acaso deseo, es placer, de modo que cuando ese deseo, ese placer se nos niega, hay sufrimiento? Decimos que el sufrimiento como celos, apego y posesión, forma parte del amor, ése es nuestro condicionamiento, así se nos educa, eso integra nuestra herencia, nuestra tradición."
Amar sin sufrir significa desprenderse de la posesión que genera celos, dependencia y apego. Situarse ante la relación de una forma equitativa, mediante el respeto y la valoración personal tanto a uno mismo como a la otra persona.
Aquí otra frase de Krishnamurti:
“Donde hay apego, no hay amor, y como no sabemos amar dependemos, y… si hay dependencia, hay miedo. Uno no puede liberarse del miedo mientras no comprenda la relación y la relación solo puede comprenderse cuando la mente se observa en todas su relaciones, lo cual es el principio del conocimiento propio”
Esa es la teoría y es muy bonita. Es el deber ser, lo que debemos aprender a estas alturas de nuestra vida y lo que debemos enseñarles a nuestros hijos en su momento. Estamos totalmente de acuerdo en que la posesión y el apego no traen cosas buenas pero como seres humanos es complejo no apegarse (de una buena forma). Somos seres emocionales y muchas veces actuamos y pensamos con esa parte del cerebro tan sentimental.
Compartimos un punto pero nos separamos en otro. Igual siempre es rico el buen debate. Saludos!