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...mientras estaba en recuperación, mi esposo preparaba una habitación en la parte de abajo de la casa, ya que vivíamos en un primer piso. En la parte de abajo estaba una habitación de "peroles" en donde decidió que estaría hasta el día de la cesárea, ya que ahora con una cicatriz en mi barriga y con 7 meses de embarazo debía tener el menor esfuerzo posible. En ese día que duré en recuperación él con ayuda de familiares y amigos pintaron la habitación, armaron la cama y mudaron mis cosas para lo que sería mi nuevo recinto de reposo. Para cuando me dieron de alta ya estaba lista, llegue y todo estaba en su lugar, Listo, esperándome.
Fue fuerte sobre todo cuando me levantaba de la cama, cuando hacia el esfuerzo en levantarme me dolía la herida me molestaba cuando estornudaba, cuando tocia, hasta para reírme, mi cuñado no paraba de hacerme reír, aunque según él no lo hacia adrede.
Todo iba bien, me tocaba ir a consulta en 15 días para quitarme los puntos, cuando fui el Doctor me dice que los puntos están pegados que esperara 10 días más, lo cual no entendí porque mientras más días pasarán más se pegarían, fui por segunda vez y ya estaba lista para que me quitaran el punto, (punto corrido) mi esposo en el momento se desapareció y entre sola a la consulta, el doctor me acuesta, yo lo único que veía era mi enorme panza, humedeció la zona y empezó a halar (Santo Dios) sentía que me halaba por dentro y me arrastraba todo, el punto estaba pegado, fueron los segundos más eternos de mi vida, de repente sentí un ultimo jalón y un ardor, lo único que me salió fue gritar muy fuerte, pero por fin había quitado el punto, me sentí aliviada.
Volví a Casa, contando la anécdota, ya después de haber pasado por eso, mi esposo y yo nos reíamos, nos daba risa que el se había ido a otro lado y yo no lo encontraba y tuve que entrar sola y el solo escucho el grito.
Después de esto lo que puedo decirle es que no termino ahí, no fue lo único que me paso en el embrazo...