Son muchos los acostumbrados a vivir con la infelicidad a cuesta. Cualquier tema se les convierte en manía y de allí los padecimientos, lamentos y hasta las toxicidades. De cada realidad hay que sacar lo bueno y lo malo, es y seguirá siendo mi lema pero, como dice el dicho, nadie aprende con camisa ajena.
Buen trabajo reflexivo, saludos amigos.