Si lees nunca estarás solo, meterse en un texto y conocer personajes que no existen sino en la mente de quien los creó, implica también apropiarnos de ellos.
Yo por ejemplo sustituí a mi maestra de escuela, una señora bastante amargada, por una joven agradable de una novela que leí, y puedo decir que durante la infancia siempre me acompañaron personajes que para mí era casi reales y realmente los había extraído de las obras que leía.
Leer es una de las actividades más apasionantes que puedan existir.