Excelente trabajo y un tema apasionante. Los dones, esos regalos que Dios coloca en nuestras manos y que con frecuencia los dejamos de lado porque no creemos que somos capaces de desarrollar y entonces como señala Emilio Carrillo optamos por lo convencional, entramos en la rueda del mundo seguro, esa que socialmente es aceptada y que nos proporciona la famosa "estabilidad económica" . Otras veces no reconocemos ese don y vamos llevando la vida con el hacer equivocado y es cuando el trabajo se convierte en la carga diaria que hay que cumplir dejándonos, después de cada jornada, extenuados e insatisfechos.
Para reconocer nuestros dones yo diría que tenemos que comenzar por esa revisión interior y descubrir que nos apasiona, porque es la pasión por lo que hacemos, lo que hace que el trabajo no sea trabajo y su fruto sea parte de la alegría del vivir. Gracias por el tema, me encanta compartir con ustedes.
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Su comentario está perfecto como resumen del nuestro, sus palabras sintetizaron lo que queríamos explicar, gracias por ello.