Esto puede ser un arma de doble filo, porque por un lado están las cosas positivas de las nuevas facilidades que tendrán las empresas para pagar sus impuestos a tiempo, en especial las que hacen transacciones con criptomonedas, y eso sin contar que este es un gran paso para que se avale en el mundo el trabajo blockchain que muchos venimos ejerciendo.
Pero por otro lado, esto se presta para que a largo plazo los gobiernos empiecen a abusar de su poder, y añadirnos compromisos a los ciudadanos que tanto nos esforzamos en ganarnos el dinero trabajando en la blockchain. Este es un tema muy importante para debatirlo.