No es tanto la cantidad sino la calidad lo que realmente hace la diferencia en las cosas que hacemos. Es mejor durar mucho tiempo para hacer algo importante y difícil pero hacerlo bien, y poder descansar cuando necesitemos, que hacer algo que lleva mucho trabajo en poquitos días o un día, y ofrecer un resultado de poca calidad o de ninguna calidad.
A menudo pienso en lo insensatos que somos los seres humanos en este aspecto, por querer lograr muchas cosas en poco tiempo y afanarnos al punto de llegar al estrés y no vemos el ejemplo de Dios, que aún siendo Dios se tomó 6 días para crear el mundo y en el 7mo descansó. Si esto fue así con el mismo Dios que es infinitamente poderoso ¿Por que nosotros tenemos que excedernos de nuestros límites productivos para obtener cosas que igual pueden ser productivas para nosotros en cualquier momento?