A ti me recuerda la piedad del campo, los alargados brazos tibios del sol que me abrazan. La serenidad misteriosa del amanecer silencioso, y el olor del aire cuando se aproxima la lluvia.
Las palabras de amor que Dios dejó a la humanidad, los pájaros del mediodía con picos delgados como agujas, que recogen migajas de pan bajo la mesa y los exaltados grillos que cantan incontenibles la noche entera, son cosas menudas que a tí me recuerdan.
Puede que sea tu risa de cristal, tu blanquísimo cabello de luna y de rosas, tus atesorados recuerdos, que no se borran jamás de tu memoria, lo que me hace evocar la más profunda devoción por ti. Es sin embargo, la nobleza de tu corazón y la inocencia de tu alma lo que me hace creerte ángel.
Aquí me quedo contigo, aunque me vaya muy lejos, como tórtola que vuela y deja el nido en el suelo.
Reminds me of you the piety of the field, the long warm arms of the sun that embrace me. The mysterious serenity of silent dawn, and the smell of the air when the rain approaches.
The words of love that God left to mankind, the birds of the midday with spikes thin as needles, that collect crumbs of bread under the table and the exalted crickets that sing uncontainable the whole night, are small things that remind me of you.
It may be your crystal laugh, your white moon and rose hair, your treasured memories, which can never be erased from your memory, which makes me evoke the deepest devotion for you. It is, however, the nobility of your heart and the innocence of your soul that makes me think of you as an angel.
Here I stay with you, although I go far away, like a turtledove that flies and leaves the nest on the ground.