Ayer a un astro me subí pero pasaba lejos de ti. Cuando desde arriba te vi toda chamuscada pensé que estarías camuflada para la noche pasar y las estrellar mirar. Pero al decir lo de tu quemado diabólico, rayando lo hiperbólico, una sonrisa solté y con un asteroide tropecé. Un gran chichón me nublo la razón. Malo es reírse de las desgracias y de estas situaciones porque en la esquina está el juicio y la fatalidad. Gracias por tu legado, recibe de mi parte una cremita hidratante. @marpa tip!
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Lo importante es que a pesar del chichón con forma de cereza que te salió, no has perdido la sonrisa bella de siempre 😀