Intenté buscar el tema ideal para escribir hoy. Y la verdad es que no se me cayó la más mínima idea racional e interesante que me abriera paso para iniciar.
Así que sencillamente me dije: “Ya, solo hazlo… solo escribe lo que venga a tu mente, lo que se te venga en gana, porque empezar mal es mejor que no empezar”. Por lo que tomé un lápiz, una hoja, mi tabla para fijar y empecé a soltar garabatos. Y luego surgió la misma pregunta… ¿Qué carajo escribo en el borrador?... Sí, me disculpan la expresión, pero a veces, para que nos entiendan, debemos ser literales.
Es frustrante cuando quieres hacer algo pero no encuentras la forma para, de una vez por todas, pasar la línea de partida… Y lo que en un principio parecía fácil, se torna delicado e incomprensiblemente difícil.
“Parece fácil”, “sabemos sobre lo que queremos contar”, “tenemos las ideas claras”. Comenzamos a pensar en todas las cosas que creíamos que teníamos resueltas y nos damos cuenta que de verdad no era así. No era tan fácil como parecía, no sabíamos lo que queríamos contar como parecía, e indudablemente, como parecía, no lo teníamos tan claro.
Pero luego recordé que en algún libro leí que “No importa cómo vayas a empezar, solo empieza”. Entonces, dejó de importarme qué escribir y de pronto ya estaba escribiendo.
La verdad es que, si no estamos avanzando estamos retrocediendo, por eso no podemos permitirnos estar estancados por el simple hecho de no tener las ideas claras. También recordé la frase que dice: “Si esperas las condiciones ideales para comenzar el viaje, nunca saldrás del aparcadero”. Solo toma la pizca que tienes y poco a poco llegará la sustancia que falta. No esperes las condiciones ideales o te quedarás en el aparcadero.
Y aquí estoy, terminando este post. De pronto como un sueño, sale lo que estaba buscando, mucho, poco o nada, pero al fin y al cabo, algo. No hay más que decidir quitar el pie del freno, presionar el embrague y poner primera para empezar a avanzar.
Así es la vida, solo debemos tomar el riesgo de dar el primer paso, el otro pie le seguirá por inercia, no tiene de otra, pues no puede quedarse… y como resultado, quizá te encontrarás con tu primer destino.
Me acaba de surgir otra interrogante. ¿Cómo termino?... Pues, lo único que haré es decir que disfruté escribir estos pequeños párrafos, cortos en ideas pero repletos de cariño, porque escribir es de las cosas que más amo. Y sé que definitivamente, escribiré nuevamente.
No me preocuparé por el cierre, espero que más bien esté comenzando aún. Mientras tanto, solo puedo decirles que deseo alcancen su nuevo destino lo más pronto posible. A mí me gustó mucho esta parada, el final de este post. Nos vemos.