Hay un camino bajo mis pies, el cual sigo cada día, no es el más cómodo de todos, pero lo recorría sin miedo.
Con el tiempo llegaron las malas noticias y sin contar el dolor, no quiero ver a mi madre llorar ni a mi padre sufrir por mis calamidades...
Dentro de mi crece el mal, debo correr a detenerlo, es muy duro cargar todo este peso, pero es una decisión que tomé, los demonios que me atormentan los combatiré por mi propia cuenta.
Me da miedo que esto se salga de control, que estos seres malignos avancen, que no pueda mantener el secreto, dime ¿por qué? Dios mío! dime ¿cómo puedo sobrevivir a esta situación sin caer en el abismo?
Si alguien mirara dentro de mi corazón podría darse cuenta de mi dolor, pero este es un secreto que guardaré, lo decidí. Dios mìo no permitas que las cosas empeoren, que tenga que dar malas noticias.
Si llegara a intersectar mi secreto con la realidad desataría todo el dolor en sus corazones, demonizaría a quien no es culpable. Estos seres malignos habitando en mi interior son centanares de "después me encargo", que salieron de su celda para hacerme derramar lágrimas... Reconozco que confié y me fallaron, pero es mi culpa de todos modos.
No era muy complicado determinar lo que podría pasar, pero sucedieron cosas que se salieron de control. Entonces esta es mi vida y algo tengo que hacer, después de todo yo puedo decidir quien puede venir y ser parte de mí, decidí apartar a aquellos que amo lo más posible, aunque lo que más deseo es su compañía, pero he visto sus rostros, he visto como sufren, no quiero verlos sufrir más.
Yara