Los silencios que habitan en mí

in #escritura6 days ago (edited)

¿Cuánto pesa lo que no dices?
Lo que callamos no se borra… se queda en nosotras, latiendo como un secreto.
Este texto es una invitación a mirar hacia adentro, donde las palabras no dichas también construyen nuestra historia. Porque el silencio no es vacío: es un lugar lleno de voces.
Te invito a leerme. A leerte. A escucharnos.

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Hay cosas que no digo, pero me habitan. Me escriben desde adentro.
Por eso, cargo una enciclopedia entera en mí, tanto en volumen como en peso. Porque lo callado y los silencios no son vacíos: pesan. Pesan en dureza, dolor, culpa, reproches, miedos y amargura.

Tengo libros y libros de silencios. Con preguntas sin respuestas, encajadas en los surcos de mi mente.

El silencio no es vacío ni incoloro. Al contrario, el silencio y lo no dicho son caminos estrepitosos, llenos de conjeturas, suposiciones e hipótesis.
Un tema, una opinión, una consulta... pueden no tratarse de una simple frase, sino de todo un compendio de escenarios posibles. Y de remitidos, por supuesto. En mí, una misma duda puede estar dirigida a mí misma, a un amigo, un enemigo, o a mis seres queridos.
Saber no es el objetivo. Lo que busco es empatía y aprobación.

Busco aliados que sostengan y argumenten mi convicción. Que me acompañen por siempre mientras avanzo por la cuerda floja de mi cordura.

Como ya dije, lo callado no es un vacío, ni mucho menos un blanco en mí. Es donde más palabras, colores y expresiones tengo. Porque ahí vuelo a la velocidad de la luz, de una idea a otra; salto de una emoción a otra como si fuesen piedras para cruzar el río.
Sin pasaje ni pasaportes, viajo por el mundo, por otras dimensiones. Visito el pasado, me invito al futuro... y me cobro el presente.

En fin, por dicho solo entrego los titulares de todo lo callado.
A veces son titulares sinceros y sobrios. Otras, amarillistas y urgentes.
Pero todos tienen una misma razón:
No dejar desbordar lo que en verdad me define: yo.