No voy a presentarme porque esto no se trata de mí sino de lo que no me gusta. Mi prima me repugna. Es una prima segunda o prima política. Curiosa mente la suya. No hablamos mucho porque yo no soy muy de hablar y porque, la verdad, me interesan bien poco sus aficiones y John Depp.
Le han cobrado 35 o 45000 euros por dos trozos de cartulina. Uno afirma que es Licenciada en Teatro y el otro es un poco más elegante porque lleva una palabra en inglés. Por una cuarta parte de esa cantidad cuenta la leyenda que hay un pakisntaníes que saben quién vende títulos de Doctor en el idioma que sea necesario y un pasaporte de EEUU. Hasta ahora lleva treinta y dos meses al paro y, para matar su agobio, cada vez que sale el tema pone tweets, que no es lo mismo que escribirlos, y párrafos en Facebook. Solo hay caras bonitas en el mundillo y no tanta gente preparada, dice su madre.
Ella, muy amiga del sistema económico actual, entendida en lo del mercado, echa mierda por esa boca suya. Son paradojas. A pesar de todo intento ayudar. Chica, así no te ayudas nada, le explico yo a veces. Tú que ni tienes la cara guapa ni debes ser muy talentosa tendrías que buscarte una papel en Macbeth.