La fea belleza de un patrón de “perfección”

in #espanol7 years ago

Isvelys Bracho
Fotos/ Flirck

¡Huy ella si es fea! Y la frase de sus amigas y de Fabían, el hombre de sus suspiros y entrenador, sonó lapidaria en aquel salón metálico y pulcro hecho para la práctica de “salsa casino” donde todas exhibían belleza y cualidades dentro de un mundo que ahora llaman fitness aunque no se viva como tal.
Paola, era una chica normal, de amplias caderas, piel canela, ojos grandes, bonito cuerpo, agradable, pero normal, al menos para el resto del equipo y hasta para el entrenador quien la veía “muy común” ante su negativa de no hacerse extensiones, ni bótox labial, ni biopolímeros.
Para estar en el grupo no se requería un perfil físico en particular, al menos no abiertamente. Los requisitos eran destreza en la danza, sincronía, precisión, arte, 1.58 metros de estatura mínima y 58 kilogramos de peso. Ella reunía tales atributos aunque no era ultra delgada. Su único interés en era dominar un estilo de danza latinoamericana y seguir siendo auténtica.
El canon
En Venezuela y toda América Latina, muchas mujeres buscan cumplir con un patrón de perfección destinado a mantenerse cómodas con su apariencia física, por lo que disponen de recursos mensuales dedicados a la belleza y considerados por las damas “tan importantes” como comer, vestir y dormir, necesidades básicas incuestionables, especialmente en esta época de crisis económica y de valores.
Es este prototipo resalta la mujer venezolana conocida mundialmente como “la más bella del mundo”, por el estereotipo que genera la cantidad de coronas obtenidas en el mundo del certamen universal que describen un perfil de belleza ajeno a nuestra tipología física natural.
No pocas damas desean verse en la corona del “halago” y promueven el estilo de una fémina alta, delgada, de rasgos finos, larga cabellera, senos voluptuosos, glúteos abundantes y contorneados, labios carnosos y seductores, piernas fuertes y estilizadas, que se parece más a una barbie, que a una auténtica venezolana o latina, por lo general gruesa, de anchas caderas, piel canela y bonito andar o sencillamente blanca de rasgos extranjeros y autóctonos, propios de un interesante mestizaje natural devenido de tanta inmigración.
Según Liliana Cubillos, psicóloga educativa y profesora de la Universidad Central de Venezuela, ese “slogan” de la mujer más bella del mundo es un modelo “falso” de la mujer venezolana, pues estadísticas de la Fundación Centro de Estudios Sobre Crecimiento y Desarrollo de la Población Venezolana (Fundacredesa), el promedio de estatura de las venezolanas está entre 1.54 y 1.56 metros, y no entre 1.70 y 1.80, que es el prototipo requerido para la mujer bella y de pasarela.
En “Introducción a la psicología social” la misma autora, explica ¿cómo? los cánones de belleza varían de acuerdo a la cultura, los cambios producidos en el transcurso de las décadas y ¿por qué? el aspecto físico es un elemento preciso para que una persona se fije en otra, por lo esto define casi la totalidad de los motivos por los cuales la “belleza” es importante para muchas mujeres.
Hay tanta rigidez en este patrón de belleza que aún en este duro 2018 tales requisitos son exigidos para conseguir empleo. “Solicitamos empleadas”. Requisitos: buena presencia… (…) lo cual de entrada define prototipos y discrimina aquellas personas “que no reúnen el perfil”. Sobre ello Cubillos, afirma: “para ingresar en muchos trabajos, se ha vuelto más indispensable la belleza física que los propios conocimientos y la formación académica y eso está pasando en toda América Latina”
Todo en realidad parte desde el momento en que una sociedad convierte en paradigmas los ya confusos cánones de belleza y en su búsqueda, promueve una adicción un prototipo definido y un rechazo hacía los rasgos y el origen.
Por su parte Christophe André, en su “Guía práctica de psicología para la vida cotidiana” expone que nuestra imagen física define nuestras culturas, pero en la actualidad, la sociedad presiona sobre ciertos patrones de belleza y se pretende que éstas cumplan con ella, creando rechazo.
Todas estas normas pasan por comprender que “somos lo que somos”, no lo que parecemos, quizás así podamos valorar el “carmín” de la abuela que por años conservó lozana su piel, no por la importancia del cosmético, sino porque nuestras abuelas dedicaban más y mejor tiempo a una sana alimentación a base de frutas y verduras, a amar la vida, el tiempo, el baile y la naturaleza.
Ese sí era un estilo fitness más parecido al que hoy promueve Samar Yorde en sus redes “Soy saludable” y cuya belleza apunta más a lo integral interno que a lo que simplemente se nota.
Fuentes documentales
CHRISTOPHE André, en su “Guía práctica de psicología para la vida cotidiana”, 2012
CUBILLOS, Liliana, psicóloga educativa y profesora de la Universidad Central de Venezuela, Entrevista, diario Ultimas Noticias.

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Amiga en esto de las "mujeres mas bellas del mundo" han influido mucho los medios de comunicación social y las marcas comerciales que patrocinan ciertos certámenes. Lástima que muchas de nuestras mujeres se dejen influenciar tanto por esos estereotipos y cedan espacio en sus mentes a hacerse ideas falsas de algo que realmente no es cierto. Otra cosa que me ha llamado siempre la atención e incluso me angustia es el famoso bullying que persiste en aulas escolares a todo nivel, en empresas, instituciones y en grupos de amistades. Las chicas sin sólida autoestima salen lastimadas. Se ven minimizadas ante feroces criticas y señalamientos que les hieren. ¿Por qué será que resulta tan difícil aceptarse con el rostro y el cuerpo que nuestros papás con tanto amor nos dieron?