Tenemos que abandonar la cárcel de nuestros sentidos, pero, ¿realmente estamos preparados para entender lo que hay ahí fuera?
O mejor dicho, aquí dentro... ¿estamos preparados para entendernos a nosotros mismos en toda nuestra magnitud y en la inmensidad de nuestro espíritu?
Si! Cada cual a su tiempo, pero sí. Creo que esa es la misión del alma.
Todo es mente, esta realidad en la que creemos que vivimos no es más que una imagen tamizada por las limitaciones de nuestros sentidos y la interpretación tendenciosa de nuestro cerebro, que aplicará todos los prejuicios inconscientes grabados a fuego desde nuestra infancia... una imagen borrosa a partir de la cual sacamos conclusiones y emitimos juicios.
¿Cuánta gente está dispuesta a abandonar esta zona de confort para lograr la liberación?, ¿cuánta gente se plantea siquiera iniciar la ascensión a esa montaña para contemplar el sol sobre las nubes?