A los tropiezos algunos le llaman fracasos, pero yo particularmente prefiero creer y pensar que es nueva oportunidad para comenzar de nuevo, eso sí, con un mejor carácter y mayor experiencia…
No existen los fracasos totales, sino simples caídas de las cuales debemos reponernos con mucha fe, alegría y entusiasmo.
Usted ni yo somos perfectos, pero lo que si es cierto es que tenemos un Dios que nos ama infinitamente. Un Dios que cree e insiste en nosotros aun cuando hayamos tropezado mil veces. Un Dios que nos perfecciona cada día a través de las diversas pruebas de la vida, ya sea en el área: espiritual, intelectual, emocional, sentimental, corporal y hasta financieramente.
No importa cuando veces te hayas equivocado. ¡Levántate y comienza de nuevo!
Enseñan los sabios que las puertas del arrepentimiento siempre están abiertas. Siempre existe una segunda, tercera y cuantas oportunidades necesites.
"Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque El Eterno tu Dios estará contigo dondequiera que vayas" (Josué 1:9)
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Shalom U'Brajot (Paz y Bendiciones)
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