El avanzar constante de la vida es un hecho. Siempre al relacionarnos con otras personas de manera masiva es inevitable lograr pensarles de manera tan íntima como nosotros pudiésemos llegar a sentirlo, la situación de 'uno que trata a muchos' es contraria a la de 'muchos que tratan a uno'. Aunque pueda llegar a doler muchas veces no se llegar a empatizar del mismo modo en una relación de estas, generando un intercambio asimétrico de emociones... Quizá lo mejor es aceptar la condición fluyente de las personas y sobre ella intentar edificar algo más sólido.