el número 18 en lo que va de año y el tercero con víctimas mortales en centros educativos del país. ¿Qué está pasando?
Nueva masacre en Estados Unidos. Al menos 17 personas han muerto en un tiroteo en una escuela de Florida, el número 18 en lo que va de año y el tercero con víctimas mortales en centros educativos del país. Desde 2013, la cifra de estos sucesos en universidades y escuelas de primaria y secundaria asciende a 290 y los fallecidos se cuentan por decenas. Ninguna administración ha sido capaz de frenar este tipo de tiroteos, que cada vez tienen un patrón de asesino más parecido.
¿Quiénes están detrás de estos actos de violencia? El perfil de los atacantes se repite: adolescente, hombre, estudiante, con acceso a armas de fuego y carácter problemático. El asesino de Florida cumple a la perfección con estas cinco características. Nikolas Cruz, de 19 años, utilizó un rifle semiautomático con el que mató a 17 personas.
Nikolas Cruz
Conocía bien la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas de la ciudad de Parkland, ya que estudió allí durante varios años antes de ser expulsado por razones disciplinarias. Callado y reservado, varios profesores le consideraron una "potencial amenaza", ya que en varias ocasiones llevaba al colegio armas no solo de fuego, sino también armas blancas. Como medida, el centro le prohibió entrar con mochila, pero sus amenazas a compañeros de clase continuaron, por lo que se le pidió que abandonara el campus. Era ya el tercer colegio del que le expulsaban. Además, en las redes sociales posaba con armas. Pero nadie advirtió a las autoridades.
Casi el mismo patrón se repitió en el tiroteo en la Escuela Secundaria Marshall County, en Benton, Kentucky, el pasado 23 de enero. Un estudiante del mismo centro mató a tiros a dos de sus compañeros e hirió casi una veintena. Su identidad no ha trascendido, pero varios alumnos le han calificado de "raro" y con comportamiento "poco racional".
2017 fue un año con varios tiroteos en centros educativos de EEUU. El 7 de diciembre, un joven de 21 años entró en la que fue su escuela durante años, la Aztec High School de Nuevo México, mató a dos estudiantes y luego se suicidó. Estaba obsesionado con las armas. Tres meses antes, en septiembre, el joven Caleb Sharpe, de 15 años, llevó al colegio un rifle con el que mató a un compañero de clase e hirió a varios. El menor llevaba un tiempo bajo tratamiento psicológico por tendencias suicidas.
De Columbine a la masacre de Virginia
En los años previos, varios han sido los tiroteos con víctimas mortales en los que los asesinos cumplen con el patrón de adolescente, con estudios o estudios parciales, problemas de comportamiento o psicológicos y acceso a armas. Sin embargo, hay tres que sobresalen sobre el resto, sobre todo por el elevado número muertos.
Adam Lanza
- Colegio de primaria Sandy Hook. Adam Lanza, de 20 años, mató a tiros a 27 personas, 20 de ellas niños. Llevaba un fusil de asalto, dos pistolas y cientos de balas. Estudió en este centro durante varios años junto a su hermano. Padecía síndrome de Asperger y trastorno de la personalidad, pero los investigadores apuntaron que lo que propició este asesinato fue su obsesión con los videojuegos violentos. Lo tenía todo preparado: llevaba puesto un chaleco antibalas y un uniforme militar de color negro. Antes de acudir al colegio mató a tiros a su madre, propietaria legal de todas las armas que Lanza llevaba encima. La masacre pudo ir a más, ya que el joven se suicidó cuando percibió que los agentes de policía estaban a punto de llegar. Este suceso hizo que Barack Obama ofreciera un discurso televisado. "Vamos a tener que unirnos y tomar medidas significativas para evitar más tragedias como esta", dijo entre lágrimas.
Cho Seung Hui
- El peor ataque a una universidad en la historia de EEUU llegó en abril de 2007. Cho Seung Hui, estudiante de literatura inglesa de 23 años, asesinó a 32 personas e hirió a casi una treintena en la Universidad Técnica de Virginia. Planificó el ataque durante dos semanas e, incluso, avisó de lo que cometería una masacre a la NBC a través de una carta, un DVD y varias fotografías apuntando con un arma a la cámara.
Su comportamiento puso el alerta a varios de sus compañeros y profesores: intentó prender fuego a su habitación, en sus trabajos siempre hablaba de violencia y tenía tendencia suicida. De hecho, era bipolar y sufría esquizofrenia paranoide y había estado en tratamiento psiquiátrico, lo que no impidió que compara varias armas en los días previos al ataque. Se suicidó.
Eric Harris y Dylan Klebold
- Es el tiroteo que nadie olvida y que abrió el debate sobre las armas de fuego en EEUU. El 20 de abril de 1999 dos estudiantes de 17 y 18 años, Eric Harris y Dylan Klebold, matan a 13 personas e hieren a 23 en la escuela de Columbine, en Littleton (Colorado), antes de suicidarse. Planearon la masacre un año antes. Colocaron varias bombas en el centro para provocar el mayor número de muertos posible, pero ninguna estalló, porque lo que empezaron a disparar contra quien se cruzase en su camino.
Nunca se supo qué fue lo que les motivó a hacerlo. Eran aficionados a los videojuegos violentos, veían vídeos sobre cómo fabricar bombas y otras municiones e, incluso Eric Harris llegó a estar medicado por depresión y pensamientos suicidas. Ambos accedieron sin problemas a las armas. En 1999, la masacra de Columbine fue la tercera matanza escolar más mortífera en la historia de Estados Unidos después de la ocurrida en 1927 en la escuela Bath de Michigan (45 muertos, 58 heridos), y la ocurrida en 1966 en la Universidad de Texas (14 muertos, 32 heridos).
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