Una de las cosas que más me gustan de los restaurantes son esas cartas que te permiten probar muchas cosas y no tener que limitarte a un entrante y a un principal.
Cada vez más son los restaurantes que ponen un menú que se parece más a un menú degustación que a un típico menú de platos grandes. No digo que no me guste eso de tener que elegir un entrante y poder disfrutar de un buen plato principal, pero soy de los que pienso que, cuantas más cosas pruebes, mejor.
El Saona, un restaurante del que os hablé hace poco es uno de esos ejemplos, con un menú que tiene varios platos pequeños para empezar y un principal que no es excesivamente abundante y que te permite disfrutar de todo y llevar al postre sin querer morir del llenazo…
Aquí os dejo uno de esos platos que nos comimos que era una auténtica delicia 😊