Un Bolso negro. Un Sweater blanco. Jeans. Converse. Mi libreta. Y un lápiz que ya no puede llegar más hasta la base, esas son las herramientas para el día de hoy.
En este pequeño apartamento en el último piso de este conjunto, todas las mañanas se escuchan los sonidos de las bicicletas, la vecina de abajo que le pregunta algo a la de más abajo, y que a su vez esa misma se lo cuenta a la de su derecha.
Bajo por la colina mientras el sol va saliendo y deja ver hermosas analogías de color en el cielo.
7:30am y ya yo estoy en el parque más cercano, en el café, en un museo, centro comercial o cualquiera que sea el destino para liberar las frustraciones típicas.
Hay rostros frecuentes en cada destino que visito, o más bien, personalidades. Las chicas comprando despreocupadamente, los niños en excursión escolar, la pareja de ancianos dándole de comer a las palomas, y el hombre misterioso tomando un café mirando un periódico. Este mismo hombre mirando un cuadro del renacentismo por 30 minutos. Mirando el cielo con lentes de sol. ¡OH esos lentes de sol! Recurrentes en todos los escenarios. Mi favorito es en el parque, mirando hacia el cielo, tan tranquilo que te hace pensar si está dormido; y sí no lo está, quisieras saber en qué piensa.
Lo he retratado de mil maneras, a este hombre que hasta parece mentira y fuera parte de mi imaginación. Trajes de negocios son los más usados, dándole un aire de “Hombres de Negro” en incognito buscando alienígenas, camisetas informales con frases irreverentes, pero definitivamente con chaquetas es que mi mente artística se dispara.
He dibujado su rostro, su cuerpo, sus manos, una vista desde atrás mientras se peina el cabello y mientras más lo veo, mas escenas que puedo ilustrar se vienen a mi mente.
7:30pm y estoy de vuelta. Vuelvo a subir por la misma colina, esta vez con más esfuerzo ya que bajar es más fácil que subir.
El cielo se va oscureciendo, ahora para dejarnos ver unos tonos más grises con una posible lluvia para después.
Mientras ingreso la llave de la puerta principal, escucho una campana.
Es el.
El hombre misterioso en bicicleta, que al verme se va y me hace un gesto de despedida con la mano. Por lo menos hoy no puedo decir que fue monótono.
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No entendí mucho tendré que leerlo 3 veces jejeje 😂
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Interesante y misterioso relato, me gustaría saber que pasa con "el hombre de negro". Un abrazo :D