Era una gran pintura, representaba nuestra vida, nuestra pequeña aventura. Era algo así como nuestra calle, como si sólo nosotros pudiéramos verla, como si nosotros fuéramos los dueños de ese lugar; ese que era realmente grande, donde nos escondíamos, ¿de qué? Probablemente de todo. No nos agradaba la vida, al menos no la que nos rodeaba, no la queríamos, eran demasiados problemas. Todos tenemos problemas, pero sólo pensábamos en los nuestros.
Éramos muy cerrados, no hablábamos con nadie, no compartíamos gustos con ningún otro. Hasta que por alguna ayuda del destino coincidimos, en un local; música en vivo y cervezas... en ese mismo lugar. Te conocí, supe que hacías grandes pinturas, yo era un chico sin algún talento o sueño, sólo me dediqué a escucharte y me inspiraste. Después de esa noche, estaba en casa y empecé a escribir algunas letras, inspiradas en ti.
Siempre nos encontrábamos ahí, a la misma hora. Te canté la canción que escribí, la amaste, o al parecer eso me demostraste. Seguimos conociéndonos, conociendo a otras personas en el mismo lugar, descubrimos que nos perdíamos de muchas cosas al no hablar con nadie, conocimos otros lugares, éramos un gran grupo de amigos, esos que, dicen, nunca se van a separar, de los que vivirán juntos en el mismo edificio, pero no fue nuestro caso.
Nos enamoramos, si. Tuvimos algo, si. Pero deseábamos más tiempo juntos. El grupo se fue deshaciendo, ellos tenían que mudarse, irse a otros lugares, ya no estarían allí. Pero aún me quedabas tú, aún seguía siendo nuestra ciudad, nuestra calle.
Pocas semanas después, tocaste a mi puerta, entraste y hablamos, dijiste que te tenías que ir, lo mismo que ya había ocurrido con los demás, pero esta vez era diferente, eras tú. No había solución, tú y tu familia lo necesitaban, te deseaba suerte, pero a la vez, te quería ahí, conmigo. Sólo me entregaste una pintura, una hermosa pintura, donde se veía nuestra calle, aquella donde todo había comenzado, donde nos vimos por primera vez, nos conocimos y nos vivimos el uno por el otro, y donde todo terminó, de donde se alejaron nuestros amigos, y de donde te alejaste tú.
Qué triste historia, aunque la distancia también puede ser solo una prueba; sin embargo, es igual de dolorosa. Un abrazo @lachicavioleta y gracias por dejarme tu escrito :D
¡Gracias a ti! Exacto, podría ser una prueba. No sé por qué siempre termino escribiendo historias tristes o nostálgicas... ¡Un abrazo para ti también!
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¡Muchas gracias @rahesi!
Qué historia tan conmovedora, Mari. Cada día eres mejor escribiendo! eso me alegra y enorgullece mucho.
Aaaww graciiaas loree!! Que lindo que te enogullezcas, me hace sentir especial. Te quiero! <3
Que historia tan bella y tan triste a la vez @lachicavioleta! Un abrazo!
¡Graciaas @mutafoka! ¡Un abrazo para ti también! :D