Es algo admirable, ver personas que siembran y cosechan sus frutos, gracias a eso puedes evitar el tiempo en ir a comprarlos y que mejor que cosecharlos ¡Tú mismo! y luego disfrutarlos se convierte placentero.
Sembrar algo y esperar tanto tiempo para luego obtener una grán cosecha como esta, realmente vale la pena esperar todo ese tiempo, ya que hacerlo de todos modos no cuesta mucho que digamos.
Aveces la vida es así, sembramos algo y nunca sabemos si esa siembra dará frutos y nos preocupamos mucho por ello, pero si realmente los queremos, tenemos que cuidarla mientras vaya creciendo y cuando esta misma llegue a la recta final de su crecimiento y finalmente dé sus frutos, se convertirá en un momento de placer y felicidad.