Toma 1 de la Sesión en el Baño: https://hive.blog/music/@alangon/inverosimil-into-uno-la-sesion-en-el-bano
Inverosímil: La Sesión en el Baño, Toma II (Flyer + Making of): https://hive.blog/music/@alangon/inverosimi-la-sesion-en-el-bano-toma-ii-flyer-mafing-off
Inverosímil: La Sesión en el Baño, Toma II (Comercial + Making of): https://hive.blog/music/@alangon/inverosimil-la-sesion-en-el-bano-toma-ii-comercial-making-of
Inverosímil:
No es tanto un deber ser como lo que se puede hacer.
La Sesión en el Baño, Toma II
El proceso: La lengua, castigo del cuerpo
En esta toma llevamos nuestra premisa sobre la espontaneidad y la suciedad más lejos. Aquí la propuesta, más o menos implícita, fue el error. Trabajar con lo que se tiene y convertir las limitaciones y los contratiempos en herramientas creativas.
Las bases fueron parecidas a las de la sesión anterior, se graba en el baño pero esta vez se hace en pijama (o lo que se use para dormir).
La canción que se escogió del repertorio fue La Dama y el Patán.
Hubo un cambio con la estructura del tema. Hacia el final se repitió un fragmento de la guitarra cinco veces más de las acostumbradas. Esta alteración no se comentó con el resto de la banda.
Grabé 8 tomas de la guitarra y la voz. Mis favoritas fueron la primera y la última, aunque aquella fue descartada por una toalla con la estampa de Hello Kitty.
El siguiente instrumento en grabar fue el bajo. La melodía entre este y la guitarra no encajó por lo que se consideró repetirlo. Sin embargo, corté la parte del bajo que no encajaba y se planteó otro camino.
Para la batería se hizo la advertencia sobre el cambio en la canción y se cuadró el segmento final. La idea era cortar la batería con el bajo y si esto no funcionaba, regrabar el bajo sobre la pista de guitarra y percusión. Como la guitarra y la batería aisladas creaban una sensación de extrañeza que anunciaba el final de la canción, decidí dejarlas en el montaje.
Otra consideración fue el registro. Para esta sesión, Luis propuso grabar los instrumentos con mejores equipos que los celulares y trabajar en una mezcla, a lo que se insistí en que lo importante es desenvolvernos con lo menos posible. Ante la advertencia de que una batería en un baño saturaría el micrófono de un celular, repliqué en que se podía usar esa saturación para inventar otra cosa y que no habría problema si así fuera. No obstante, se pautó en grabar la batería con un micrófono externo para mantener una constancia con la sesión anterior.
Luis grabó la primera toma de la batería solo con el celular. En el montaje de video los volúmenes de los instrumentos no encajaban por lo que le pedí a Pablo que hiciera una mezcla. Ante la inquietud de no poder hacer que la caja y el hi hat de la batería sonaran bien, pidió que se regrabara y que se hiciera una guitarra de refuerzo.
Así se hizo. Para la guitarra probé usar otra puesta de cámara e incorporarla al concepto de pantallas partidas.
Por un momento se consideré introducir un violonchello en la canción. Una intérprete aceptó y desistió a los dos días. Su pantalla fue reemplazada con un video de las Guarimbas de San Antonio del 2017.
El proceso de montaje fue bastante intuitivo. No hubo significados a priori, lo que se hiciera venia dictado por la canción y el instinto.
La idea de la banda fragmentada y esparcida en la pantalla estuvo desde el principio. Las dos composiciones principales, que son los integrantes con los cuerpos intercambiados, y el collage de los mismos, se mantuvieron a lo largo del proceso. Tanteé la idea de que estos tuvieran de fondo el garrafón de agua visto desde arriba. No funcionó.
Siempre me llamó la atención esta idea de los músicos regados por toda la pantalla.
Muchos de los cortes y transiciones no fueron pensados. Por ejemplo las salidas de la banda al final del video, las corté por accidente. Lo que hice fue agregar y quitar algunos fotogramas para que coordinaran con la canción.
Otro ejemplo de esta clase, fue el video de las Guarimbas. Lo monté en el timeline, lo dejé rodar y tuvo todo el sentido del mundo. Al principio corté la imagen con el sonido, pero lo extendí un poco más para ver a donde iba y me agradó ese paneo que da a la otra cara del conflicto, los guarimberos.
Edité el video en el formato 4:3 del celular. Si bien es más fácil hacer el collage en estas dimensiones, fue un problema acomodarlo a la pantalla ancha de IGTV porque la aplicación acomoda los videos para que encajen, los ensancha y los recorta. Por este motivo hubo varias versiones en que a Luis le faltó la mitad de la cara.
Después de tres semanas de trabajo ya no quería improvisar y tuve que acomodar las pantallas individuales de manera que se apreciara el collage.
El resultado
La Dama y el Patán:
Alan: Son dos caras de una misma moneda, o en un espectro más amplio, figuras de un mismo imaginario. En el choque con el otro, nos fracturamos, y en la memoria, cuando pisamos hacia atrás, las piezas se confunden.
Pablo: Siento la dama y el patán como una historia de desapego, sobre alejarse del pasado e incluso ignorarlo, para seguir adelante y olvidar aquel amor que en algún momento nos hizo daño. Sea una zorra o un patán, y nosotros, en nuestro narcisismo, las damas y galanes, seguimos hacia el futuro en busca de mejores prospectos.
Luis: En mi opinión la Dama y el Patán es un tema bastante técnico pero contundente, con bastantes ritmos complejos. La letra pareciera hablar de un personaje sin modales, vulgar y ordinario (el patán) y de otro personaje que aparenta ser lo contrario (la dama), sin embargo, citando la canción, no son tan distintos.
Créditos:
Canción: La dama y el patán.
Intérpretes: Inverosímil (IG: @inverosimilband)
Guitarra y voz: Alan González (IG: eldr_genial)
Bajo: Pablo Esaá (IG: @pablo.esaa_r)
Batería: Luis Lizardo (IG: @thellizardwizard)
Dirección y montaje: Alan González (IG: @eldr_genial)
Mezcla de la canción: Pablo Esaá (IG: @pablo.esaa_r)
Flyer: Stella Cerullo (IG: @stella.wars)