Había una vez una semillita que cayó en la tierra seca. Alrededor, los demás árboles le decían:
—Aquí no crecerás, el suelo es duro y el sol muy fuerte.
Pero la pequeña semilla no se rindió. Con esfuerzo, sacó una raíz, luego otra, hasta que un día apareció un brote verde. Creció poco a poco, resistiendo el viento y la lluvia, hasta convertirse en un gran árbol que daba sombra a todos.
Moraleja: No importa lo difícil que parezca algo, si seguimos intentándolo, podemos crecer y ser fuertes.